Ayer cuando me dirigía a buscar el metro línea 3 en su parada de Paralelo con Ronda de Sant Pau, me encontré con la entrada cerrada por obras. Es una de tantas estaciones que como en toda Barcelona están incorporando pantallas altas de cristal en las cancelas y todo el vestíbulo de acceso a las vías, para evitar el vergonzoso desmadre que supone el masivo volumen de gente que pasa sin pagar dia si dia también. De todas maneras el in civismo al final lo pagaremos todos ya que en la renovación de los abonos del ejercicio 2009 seguro que se aplica un aumento considerable. Cuando menos esta medida si consigue reducir el volumen de gente que se cuela en el metro contribuirá a que los que pagamos habitualmente no tengamos la sensación actual de ser los “tontos del pueblo”. Bien siguiendo con mi relato, al no poder entrar por donde acostumbro, dirigí mis pasos a la otra entrada que tiene la estación de Paral.lel y que se encuentra situada en plena Plaza de Raquel Meller, junto a Nou de la Rambla. Entonces pude comprobar la buena noticia!!! por fortuna su estatua ya se encuentra de nuevo en el pedestal como le corresponde. Sabéis que durante el mes de Marzo incorporé al Blog el escrito "Raquel Meller ... Artista 3" dende repasaba la vida y vicisitudes de nuestra artista más internacional de todos los tiempos. En aquel texto se recogía como una humilde niña nacida en Tarazona llegaba con su familia a la Barcelona de la primera década del Siglo XX y desde su primer trabajo como aprendiza en un taller de costura, era lanzada a la fama primero como Cupletista y finalmente como estrella internacional del Music Hall, convirtiendose en el paradigma de la mujer moderna, independiente y sofisticada de la época a nivel mundial.
Barcelona, Madrid, París, Berlín, Nueva York, Buenos Aires, Santiago de Chile, Londres, Baltimore entre otras fueron sus ciudades de éxito. Fue tal su éxito en el Olympia de París que llegó a ser la estrella con el caché mas alto de su época, por delante de figuras como Maurice Chevalier, Isadora Duncan o Josephine Baker. Era tal su éxito que llegó a rechazar el papel principal de la película de Charles Chaplin “Luces de la Ciudad” (a finales de los años veinte Hollywood empezaba a despertar, pero todavía no era el sueño de los artistas de éxito de la época, París todavía reinaba). Su época dorada fueron los años veinte. Los vivió como una auténtica Diva, ejemplo de ello es que siempre que se desplazaba en tren por Centro Europa, la Compañía le cedía un vagón entero para sus estancias, equipaje y asistentes. Sus viajes a Norteamérica y Suramérica donde realizó multitudinarias giras los realizaba en transatlánticos tipo Titanic a todo lujo. Después de la Guerra Civil Española y de la irrupción de la II Guerra Mundial, su éxito decayó, terminando sus días prácticamente en el olvido en su casa de la calle Balmes de Barcelona.
Una vida arrebatadora que bien vale una buena película, que por desgracia todavía no se ha realizado. Humildes comienzos, sórdida juventud, éxito, reconocimiento, lujo, desenfreno, amantes, dos maridos, algunos cuentan que apoyó a la resistencia francesa aprovechando sus contactos entre la burguesía y la realeza, decadencia económica y personal y finalmente reconocimiento póstumo internacional que sorprendió a aquella España de posguerra que como otras muchas cosas la mantuvo en el olvido a partir del surgimiento del régimen franquista a partir de 1939.
Pues bien, como comentaba en mi anterior "post" unos indocumentados destrozaron la estatua el 8 de Febrero de este año. Derribaron la figura de 1,30 cm obra de Josep Viladomat de su pedestal quedando esta decapitada y desapareciendo el ramillete de violetas que sostiene con su mano izquierda (homenaje a uno de sus grandes éxitos ... "La Violetera").
Ayer día 17-6-08 pude constatar que la estatua vuelve a estar en su sitio. De bronce nuevamente pulido y en perfecto estado nos continua recordando a esta gran artista que injustamente queda para muchos en el olvido, pero que es la viva esencia de lo que fue en su día el Paralelo de Barcelona.
Desde aquí mi agradecimiento al Ayuntamiento de Barcelona por su rápida actuación.
De todas maneras este Paralelo de hoy ya nada tiene que ver con lo que fue en los años veinte del siglo pasado... El Arnau cerrado y prácticamente en ruina, donde debutó Raquel Meller en 1911, el Teatro Español desaparecido, el Molino en ruina, el Talía derruido y con el solar todavía sin utilizar, por no hablar del desaparecido hace ya muchos años Teatro Olimpia de Barcelona donde en su momento se podían congregar mas de 7.000 personas para ver un espectáculo (circo, variedades, boxeo, y cualquiera de los divertimentos propios de la época). De todo aquel esplendor, apenas queda nada, los bohemios Cafés han sido sustituídos por impersonales Donners Kebbab y puestos de Falaffel. Una prueba mas de ello esta al otro lado de la Plaza Raquel Meller, donde pervive el Teatro Apolo, uno de los pocos teatros activos hoy en dia que forjaron la leyenda del Paralelo. La "rutilante" estrella que allí aparece en un gran cartel que ocupa toda la fachada, no es otra que ... Paz Padilla … sin comentarios.
Barcelona, Madrid, París, Berlín, Nueva York, Buenos Aires, Santiago de Chile, Londres, Baltimore entre otras fueron sus ciudades de éxito. Fue tal su éxito en el Olympia de París que llegó a ser la estrella con el caché mas alto de su época, por delante de figuras como Maurice Chevalier, Isadora Duncan o Josephine Baker. Era tal su éxito que llegó a rechazar el papel principal de la película de Charles Chaplin “Luces de la Ciudad” (a finales de los años veinte Hollywood empezaba a despertar, pero todavía no era el sueño de los artistas de éxito de la época, París todavía reinaba). Su época dorada fueron los años veinte. Los vivió como una auténtica Diva, ejemplo de ello es que siempre que se desplazaba en tren por Centro Europa, la Compañía le cedía un vagón entero para sus estancias, equipaje y asistentes. Sus viajes a Norteamérica y Suramérica donde realizó multitudinarias giras los realizaba en transatlánticos tipo Titanic a todo lujo. Después de la Guerra Civil Española y de la irrupción de la II Guerra Mundial, su éxito decayó, terminando sus días prácticamente en el olvido en su casa de la calle Balmes de Barcelona.
Una vida arrebatadora que bien vale una buena película, que por desgracia todavía no se ha realizado. Humildes comienzos, sórdida juventud, éxito, reconocimiento, lujo, desenfreno, amantes, dos maridos, algunos cuentan que apoyó a la resistencia francesa aprovechando sus contactos entre la burguesía y la realeza, decadencia económica y personal y finalmente reconocimiento póstumo internacional que sorprendió a aquella España de posguerra que como otras muchas cosas la mantuvo en el olvido a partir del surgimiento del régimen franquista a partir de 1939.
Pues bien, como comentaba en mi anterior "post" unos indocumentados destrozaron la estatua el 8 de Febrero de este año. Derribaron la figura de 1,30 cm obra de Josep Viladomat de su pedestal quedando esta decapitada y desapareciendo el ramillete de violetas que sostiene con su mano izquierda (homenaje a uno de sus grandes éxitos ... "La Violetera").
Ayer día 17-6-08 pude constatar que la estatua vuelve a estar en su sitio. De bronce nuevamente pulido y en perfecto estado nos continua recordando a esta gran artista que injustamente queda para muchos en el olvido, pero que es la viva esencia de lo que fue en su día el Paralelo de Barcelona.
Desde aquí mi agradecimiento al Ayuntamiento de Barcelona por su rápida actuación.
De todas maneras este Paralelo de hoy ya nada tiene que ver con lo que fue en los años veinte del siglo pasado... El Arnau cerrado y prácticamente en ruina, donde debutó Raquel Meller en 1911, el Teatro Español desaparecido, el Molino en ruina, el Talía derruido y con el solar todavía sin utilizar, por no hablar del desaparecido hace ya muchos años Teatro Olimpia de Barcelona donde en su momento se podían congregar mas de 7.000 personas para ver un espectáculo (circo, variedades, boxeo, y cualquiera de los divertimentos propios de la época). De todo aquel esplendor, apenas queda nada, los bohemios Cafés han sido sustituídos por impersonales Donners Kebbab y puestos de Falaffel. Una prueba mas de ello esta al otro lado de la Plaza Raquel Meller, donde pervive el Teatro Apolo, uno de los pocos teatros activos hoy en dia que forjaron la leyenda del Paralelo. La "rutilante" estrella que allí aparece en un gran cartel que ocupa toda la fachada, no es otra que ... Paz Padilla … sin comentarios.
pasaba a saludar
ResponderEliminarabrazos