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domingo, 11 de marzo de 2012

Remember when...


Cierro los ojos y me veo con diez años embelesado ante el escaparate de la papelería Perelló, mirando las gomas de borrar, los lapiceros, los estuches de colores, y sobretodo los muñequitos de pitufos y otros personajes de dibujos infantiles. Me veo saliendo del colegio y cruzando la calle en tropel con el resto de compañeros del cole, de la Academia Josa, dirigidos por el profesor de turno, Salvador.

Cierro los ojos y evoco el día que el director del cole, señor Josa, nos pilló a un compañero y a mí cruzando el paso cebra “ilegalmente” (teníamos prohibido hacerlo sin ningún profe al lado).

Cierro los ojos y me veo camino al cole, con la reglamentaria bata,  un lunes cualquiera, doblando la esquina de la calle, pasando frente al colmado del señor Corbella, que cada sábado visitaba para comprar las patatas chips, que eran muy buenas, cruzando la calle y advierto el colmado de esa señora a la que comprábamos las patatas, las mejores del barrio; espero a poder cruzar el paso de peatones, paso delante de la zapatería St. Josep y paro en la panadería a comprar una pasta para llegar al cole, previo paso y parada obligatoria frente al escaparate de la papelería Perelló.

Y abro los ojos, y repito el  recorrido: donde antes estaba el señor Corbella ahora hay una perfumería, donde antes estaba el colmado que compraba patatas ahora hay una tienda de electrodomésticos, la panadería sigue allí y la zapatería se ha trasladado a la acera de enfrente, y donde antes estaba mi cole ahora veo una empresa de puertas y ventanas metálicas,  donde estaba sentado en quinto de E.G:B. ahora está la oficinista de turno, ajena, sin duda, de toda la historia que hay detrás de esa simple silla.

Y donde estaba la papelería Perelló:
















Y un montón de recuerdos. Esas señoras mayores ataviadas con las anticuadas batas que nos atendían, esa espera frente al mostrador al que apenas llegábamos a mostrar la nariz, ese taburete al que nos sentábamos esperando el turno de comprar ese lápiz, esos lugares que se nos antojaban inmensos y que hoy los veríamos angostos ya sea por la mentirosa memoria o porque ocupábamos entonces poco espacio.


Esos recuerdos de tiempos pasados se diluyen para dar paso al presente.

Y es que nunca más nada será igual que antes, ni siquiera que ahora, ni siquiera que dentro de cinco minutos.

Y el tiempo pasa y aquí seguimos, hasta que otros nos sustituyan acaso sin saber apreciar todo lo que esos sitios han significado para otros y quién sabe si alguien hará alguna reflexión semejante a ésta.


"Éranse unos tiempos...
 que más que buenos o malos
 eran los nuestros y han sido los únicos..."

37 comentarios:

  1. Nostlálgico ¡eh!, pues todavía puede ser peor, chinos, todo a cien, son los únicos que se atreven a reavivar locales cerrados de hace tiempo.
    Lo del colegio es más sorprendente, porque por aquí, siguen estando y siendo donde siempre.

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    1. Ruben: y es que se despersonalizan los barrios, sobretodo en ciudades. Antes los comercios eran familiares y todos coincidíamos en el cole. Hoy sólo quedan bancos, todo a 100 y demás.

      Saludos

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  2. La vida esta hecha de recuerdos, que seriamos sin ellos?...Ya sabemos aquello de "Todo pasa y todo queda,pero lo nuestro es pasar,pasar haciendo caminos,caminos sobre la mar" Ya que estamos con Serrat que mejor no?...Aun asi me parece bonito poder volver la vista atras y ver una vida llena, plena, cargada de buenos recuerdos...
    DE verdad, tu entrada de hoy me ha encantado!!

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    1. Verillo: es que Serrat tiene la cualidad de tocar la fibra sensible, al menos a mí. Y lo bueno de los recuerdos es que acostumbramos a idealizarlos, a olvidar lo malo y quedarnos con lo bueno. "Son aquellas pequeñas cosas que...nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve".

      Besos

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Es cierto... yo ahora preparo un viajecito para enseñarle a mi hija la ciudad donde estudié, en la que luego me quedé unos años que para mí son oro... y no sé qué encontraremos. Porque hace casi 20 años que no he vuelto por allí. Dice la canción que 20 años no es nada, y ya ves... ni siquiera la estación de tren de la que partiremos será la misma.

    Es emocionante regresar _aunque sea con la mente_ a los lugares de entonces. Pero no para quedarse, eso nunca.

    Para instalarnos, mejor el presente y el futuro imaginado...

    _ Casi hasta he podido ver tu naricilla asomando por el mostrador... jajajaja_

    Un abrazo Sese.

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    1. Ana: pues es posible que lo encuentres muy cambiado, que no reconozcas los sitios. Es diferente volver a un sitio 20 años después que vivir los cambios día a día. Sólo cuando recapacitas te das cuenta que las cosas cambian, aunque sea día a dia.

      Un abrazo y feliz regreso.

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  5. Ay, esa nostalgia, unas veces con tintes más tristes que otras :) A veces quizás es mejor guardar los recuerdos sin volver mucho la vista atrás, no sé.

    saluditos

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    1. Lillu: pues sí, soy un nostálgico perdido, qué se le va a hacer. Si los recuerdos son gratos no veo mal recuperarlos de vez en cuando

      Saludos

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  6. A mi me asusta ver lo rápido que pasa todo, como lo material se convierte en recuerdo en cosas de segundos... Emotivo. :-D

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    1. Cosillas y Cosejas: a veces parece que las cosas que van despacio son las que más rápido cambian, o más nos sorprenden al echar la vista atrás.

      Un abrazo

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  7. Recuerdos, cosas del pasado que han influido para que hoy seamos como somos. Me ha encantado el post.

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    1. Doctora Anchoa: es que somos nosotros y nuestras circunstancias, y éstas veces toman forma de recuerdos.

      Saludos

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  8. Tengo una entrada parecida en la recámara... Pero no he sido capaz de publicarla. Pasear por mi barrio y volver a ser niña, ya ni siquiera está la panadería... me entristece. Se nos escapa el tiempo entre los dedos, y sí, nunca volverá a ser lo mismo que ahora, ahora ya pasó. Un beso.

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    1. Vir: muchas veces esos cambios desvirtúan la esencia misma de las cosas, en este caso los barrios, y por eso preferimos mirar atrás para recuperar esa autenticidad.

      Un beso, Vir

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    1. ... que vam sortir de l'ou...

      The Times they are A changin'

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  10. Que bonito recuerdos... y que tierna nostalgia.

    Me hace gracia como el marketing se aprovecha de esos sentimientos y estan volviendo a lanzar mil cosas de nuestra infancia para que las compremos con la escusa de que es para nuestros hijos o sobrinos...

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    1. Celia: y es que la nostalgia vende muy bien, y es que los encargados de hacernos gastar no son tontos.

      Petons

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  11. Nunca nada será igual que antes, que gran verdad....bendita nostalgia. Yo soy de las que piensa que tiempos pasados siempre fueron mejores, y quizá esa filosofía no sea del todo buena, no sé...

    Un besito,

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    1. Sandra: también soy de los que tiende a idealizar el pasado, si eso es bueno o malo, pues ya no lo sé.

      Un beso

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  12. ¿Te ha dado un ataque de nostalgitis? Uff, a mi me dan a menudo. :P

    Mi colegio también ha desaparecido. Ahora es un edificio que al menos lleva su nombre: Edificio Lloret.
    Cuando supe que lo iban a derribar fui corriendo a fotografiarlo por dentro.

    http://miescribania.blogspot.com/2009/10/adios-una-epoca_25.html

    Ahora me da cosilla pasar por aquella calle. Casi nada se parece a lo que mis ojos veían entonces.
    Me ha gustado la entrada :)

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  13. JuanRa Diablo: nostalgitis aguda tirando a crónica, jeje. En mi caso hace al menos 20 años que desapareció el cole, luego fue tomado por okupas para después construir un nuevo edificio. Era un cole pequeño "de barrio" que según veo, también lo era el colegio Lloret. es posible que tuvieran vidas paralelas el colegio Lloret y la Academia Josa.

    Saludos

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  14. Precioso post. El año pasado volví a Valencia, a ver el instituto dónde había estudiado y no conocía NADA.
    Ahora los terrenos son baldíos y forman parte del circuito de F1 de Camps.
    Mi casa estaba derribada y ni siquiera atinaba a dar con su ubicación.
    No pude siquiera regodearme con el entorno. Todo era modernidad y espacios amplios vacíos...

    Así que volví a Málaga y me metí en mi taberna favorita a tomar el vermú.
    A ver lo que dura sin ser una tienda de chinos.

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    1. Fiebre: pues parece que tu caso es peor que el mío, han derruido tods esos recuerdos de un plumazo!!!. Disfruta pues en tu Málaga de esa taberna, que quién sabe cuánto durará.

      Besos

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  15. Conozco esa sensación, como de pérdida al no encontrar exactamente igual todo aquello que guardaste en tu memoria, como la habitación que los padres dejan intacta para cuando vuelvan sus hijos (mi madre lo hace :)

    El tiempo pasa tan rápido, qué razón tenían nuestros mayores cuando decían que la vida se les había pasado en un abrir y cerrar de ojos, mientras a su alrededor todo cambiaba como a cámara rápida. Si es que, el hoy será el ayer de mañana, y así día tras día.

    Por cierto, me ha encantado la entrada. Sincera y emotiva

    SALUDos

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    1. Sieslo: Y es que no todas las cosas cambian a nnuestro antojo, hoy añoro esa sensación de "barrio" que parece que se va perdiendo, y no sólo por aquí.

      Saludos cordiales, Sieslo.

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  16. Es una pena que poco a poco los comercios de siempre se vayan perdiendo.

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    1. apple: cierto, ya no quedan esos pequeños comercios que nos trataban como personas, no como clientes. Es una pena.

      Besos

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  17. Ya no vivo en el pueblo en el que nací y crecí, así que, cuando voy siempre encuentro cambios... en los lugares, en las personas... paseo por sus calles y apenas reconozco a nadie. Hace poco, cámara en mano a pesar de las protestas de los chiquitajus, hice una regresión caminando por mi antigua calle, por la que era la ruta que seguíamos para ir al cole, por los portales en los que nos sentábamos a pillar un subidón de glucosa... Da pena ver los cambios, pero por otro lado, se necesita, pienso, no olvidar de dónde vienes y cómo viviste. Lo peor, que echo de menos el contacto con mi gente de entonces... ni con los avances virtuales he conseguido recuperar a muchos, ya ves...
    Trabajito ha dao la fotillo de la librería jijijijiji pero mejor así, te esforzaste y lo conseguiste!
    Achuchones!!!

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    1. India: si te contará el "making of" de la fotito en cuestión, jajaja. LA de quebraderos de cabeza!!! (y daños colaterales, jeje)

      Sin duda fue un grato paseo por esos lugares que en la infancia recorrías, la de chuches que deboraríais!!! En tu caso la vuelta al recuerdo es más traumática que los que no hemos cambiado de ciudad y convivimos diariamente con esos inapreciables cambios de los que no te percatas si no haces una reflexión semejante a la del post.

      Achuchones!!!!

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  18. Ay... cuántos recuerdos, verdad? imposible olvidar muchas de nuestras vivencias, las que nos han hecho ser lo que somos. Me ha gustado mucho tu reflexión. Justo!! eran nuestros y han sido únicos. Nadie podrás robárnoslos. Muuuaa!!

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    1. Estrógena: y son tan caprichosos esos recuerdos que hacen que evoques cosas aparentemente trivialas que vete a saber por qué han perdurado en la memnoria. GRato viaje, sin duda, a eso tiempos. que han sido los nuestros y han sido únicos.

      Besos

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  19. Ay! esa nostalgia me gusta. Los recuerdos nos hacen sentir vivos y aunque bien es cierto que los colegios, o comercios o rincones de nuestra infancia ya no estén siempre nos darán para contar una historia a nuestros hijos o un precioso post como este tuyo.
    Saludos, Sese,

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    1. meloenvuelvepararegalo: recordar también es vivir, y además como somos dueños de esos recuerdos nos quedamos con los buenos para revivir esas épocas.

      Saludos

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  20. Es una pena ver los barrios carente de personalidad donde ni sabes ni te importa el nombre del tendero cuando antes era la tienda de Fulanito. Y lo recordamos con cariño, pero sigue sin importarnos el nombre del nuevo vecino.
    Que pena.
    Besos

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    1. mientrasleo: es lo que comentaba, que te trataban como personas. Ahora es posible que también sean amables, pero te queda esa sensación que si no fueras cliente te tratarían con desdén, indiferencia, vamos que no les importas un pimiento como persona. La lástima es que la competencia se ha comido al pequeño comercio.

      Besos

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