Siento decepcionaros, ya sé que cuando imaginabais la perfección el primer modelo que acudía a vuestra mente es el de este humilde servidor.
Pero no, nadie es perfecto. Realizo esta confesión aún a sabiendas que me trataréis como un bicho raro y que perderé todo el glamour que a lo largo de estos años he ido construyendo alrededor de mi persona.
¿Cómo se puede vivir sin móvil?, pues como toda la vida. Recibiendo llamadas en mi domicilio y usando el teléfono fijo para comunicarme cuando lo preciso. Sí, estoy de acuerdo que el teléfono móvil hoy por hay es útil, muy útil. Pero en mi caso no es imprescindible. Las múltiples ocasiones en que he requerido tal artefacto siempre he tenido la suerte de tener a alguien a mi vera para que me lo preste.
Sí ya sé que he de adquirir uno pero la pereza y la vergüenza de ir a comprarlo y no saber qué pedir aplazan tan evidente decisión. Sólo entrar a la tienda y entender con el dependiente se me hace una montaña:
- Hola, venía a comprarme un móvil.
- ¿Qué tipo de contrato tiene?
- Uy, no lo sé, no tengo nada de eso, usted mism@
- ¿Qué aparato tenía pensado adquirir?
- Uy, no había pensado en ello
- ¿Qué tipo de aplicaciones (si se llaman así) quiere que tenga su móvil?
- Uy, no lo sé, usted mism@
- ¿Lo quiere con bluetooth, cámara de x píxeles, desvío de llamadas, zinitione,…?
- Uy, no lo sé. Si acaso ya volvería mañana.
Claro que me compraré uno, hay contingencias y momentos en que es imprescindible el móvil. Para tal menester tendré que asesorarme por alguien experto en el tema. O en cualquier caso con cualquiera que sepa más que yo del tema, es decir con cualquiera y que me acompañe a la tienda y se aclare con el dependiente para lidiar tan compleja (para mí) adquisición.
Se puede vivir sin enviar sms, sin llamadas inútiles, sin fotos caprichosas; pero cuando tenga móvil estoy convencido que caeré en la red de sus ventajas y me pasaré el día enviando sms sin ton ni son, haciendo fotos por doquier, conectándome a nosequé, enviando fotos por bluetooth, o como se llamé,… Pero de momento no lo encuentro a faltar.
Lo reconozco soy un rara avis, un bicho raro, pero a Dios pongo por testigo que en un futuro más o menos próximo adquiriré un teléfono móvil y seré uno más en esta sociedad de consumo.
¿Podríais vivir sin teléfono móvil?
(yo sí)
Pero no, nadie es perfecto. Realizo esta confesión aún a sabiendas que me trataréis como un bicho raro y que perderé todo el glamour que a lo largo de estos años he ido construyendo alrededor de mi persona.
¿Cómo se puede vivir sin móvil?, pues como toda la vida. Recibiendo llamadas en mi domicilio y usando el teléfono fijo para comunicarme cuando lo preciso. Sí, estoy de acuerdo que el teléfono móvil hoy por hay es útil, muy útil. Pero en mi caso no es imprescindible. Las múltiples ocasiones en que he requerido tal artefacto siempre he tenido la suerte de tener a alguien a mi vera para que me lo preste.
Sí ya sé que he de adquirir uno pero la pereza y la vergüenza de ir a comprarlo y no saber qué pedir aplazan tan evidente decisión. Sólo entrar a la tienda y entender con el dependiente se me hace una montaña:
- Hola, venía a comprarme un móvil.
- ¿Qué tipo de contrato tiene?
- Uy, no lo sé, no tengo nada de eso, usted mism@
- ¿Qué aparato tenía pensado adquirir?
- Uy, no había pensado en ello
- ¿Qué tipo de aplicaciones (si se llaman así) quiere que tenga su móvil?
- Uy, no lo sé, usted mism@
- ¿Lo quiere con bluetooth, cámara de x píxeles, desvío de llamadas, zinitione,…?
- Uy, no lo sé. Si acaso ya volvería mañana.
Claro que me compraré uno, hay contingencias y momentos en que es imprescindible el móvil. Para tal menester tendré que asesorarme por alguien experto en el tema. O en cualquier caso con cualquiera que sepa más que yo del tema, es decir con cualquiera y que me acompañe a la tienda y se aclare con el dependiente para lidiar tan compleja (para mí) adquisición.
Se puede vivir sin enviar sms, sin llamadas inútiles, sin fotos caprichosas; pero cuando tenga móvil estoy convencido que caeré en la red de sus ventajas y me pasaré el día enviando sms sin ton ni son, haciendo fotos por doquier, conectándome a nosequé, enviando fotos por bluetooth, o como se llamé,… Pero de momento no lo encuentro a faltar.
Lo reconozco soy un rara avis, un bicho raro, pero a Dios pongo por testigo que en un futuro más o menos próximo adquiriré un teléfono móvil y seré uno más en esta sociedad de consumo.
¿Podríais vivir sin teléfono móvil?
(yo sí)