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domingo, 15 de noviembre de 2009

Leyenda Arapaho: por qué los hombres son mortales

El aclamado "indiólogo" Josep Bartolí, asiduo colaborador en Embolica que fa blog, nos vuelve ha ofrecer un intersante artículo (moltes gràcies)


Vamos a narrar una interesante leyenda de los indios Arapahos, que nos explican el por qué, según su tradición, los hombres son mortales. Las leyendas de los pueblos reflejan de forma simbólica la concepción del mundo que tienen, los grandes procesos evolutivos y la historia de dicho pueblo.

Cuando nada existía, en el espacio inmenso vivían el Gran Abuelo de los Arapahos y su hijo Nihancan. Este era un personaje entrometido y liante. Enredaba al abuelo en sus tareas, cambiaba las cosas de sitio y hacía las cosas a su manera dormía cuando se le necesitaba o no estaba en el lugar que debía estar.

Sin embargo el Abuelo pasaba los siglos y los siglos a su labor de construcción del mundo. Extraía las aguas turbias del Universo y las ponía a secar al Sol para que se secaran. Luego lo iba moldeando pacientemente para que pudiera servir a los seres vivientes.

La culpa de tanto trabajo era, como no, de Nihancan que además era muy despistado. Un día jugando con la sagrada Pipa del Gran Abuelo se le escapó de las manos y cayó en las aguas turbias. La Pipa al verse sola, dentro de la inmensidad de las aguas turbias lloró día y noche durante mucho tiempo. La Pipa hizo promesas y rogó al Gran Abuelo que no la abandonara en ese lugar.

La sagrada Pipa enterneció el corazón del Gran Abuelo y las plegarias de la Pipa fueron oídas. Así para que no estuviera sola, aquel creó a los Indios y la Pipa será su gran consejero y Padre de todos ellos.

Así en torno a la Pipa, el Gran Abuelo fue creando con el lodo que le fue trayendo la tortuga del fondo de las aguas, todas las cosas que hay sobre la tierra: montañas, ríos, valles, praderas etc, así como todos los animales y vegetales.

Después de contemplar cómo había quedado su obra sólo faltaba el Hombre Indio y la Mujer India. Arriba está el Sol para calentarlos y la Luna para iluminarlos por las noches. Y en ese momento formó de arcilla que él coció con su aliento.

Una vez creados, les dijo que bajarían a la Tierra para hacer compañía a la Sagrada Pipa y la adorarán como el Padre que los ha hecho y les a dado la vida. Creó a los árboles para que den frutos y sombra. Y a los demás vegetales para que den medicinas y alimento.

De los animales podrán aprovechar, la carne como alimento, las piel para vestidos y los huesos para herramientas. También deberían tener hijos. Una vez dadas estas explicaciones ordenó al Milano que los bajara a la tierra.

Una vez llegados a la tierra, Nihancan que había asistido a la ceremonia preguntó ansiosamente al Gran Abuelo si los humanos que había creado serían eternos como la Pipa, el Gran Abuelo y él mismo. Ante la respuesta afirmativa de que vivirían eternamente, Nihancan le disgustó profundamente. Le parecía injusto que así y se parecieran a él por qué al fin y al cabo estaban formados por un poco de arcilla.

La idea le obsesionó y día tras día insistía al Gran Abuelo para que cambiara su decisión. Cansado de tanta insistencia ideó un estratagema para convencer a su hijo para que los humanos fueran eternos.

Le propuso confiarlo al azar, echaría a las aguas la primera cosa que encontrara en presencia de Nihancan, si sube a la superficie los hombres vivirían eternamente, si se hunde se convertirán en seres perecederos. Cuan do aquél se hubo marchado desparramó en el suelo trocitos de chopo como si fueran guijarros de río. Sim embargo Nihancan estaba oculto tras unos matorrales y vio la maniobra del Gran Abuelo.

Cuando pudo reemplazó los trocitos de chopo por guijarros auténticos. Se fue tranquilamente a su tienda a esperar la llamada del Gran Abuelo. Para realizar la prueba aquél le pidió a su hijo que le diera uno de los guijarros a lo que accedió satisfecho. Lo tiró al río y no subió.

El Gran Abuelo lleno de tristeza asintió y por lo tanto los hombres no vivirían eternamente. Nihancan no podía ocultar su alegría por el éxito de su estratagema.

Cuando murió el primer ser humano los sacerdotes a través de sus ceremonias y sus rezos recurrieron a la Sagrada Pipa, pero ésta respondió que debían aceptar su suerte puesto que la voluntad del Abuelo no podía modificarse. Interrogaron al Sol y éste también les contestó que la decisión era irrevocable y que los hombres serían perecederos.

Pero el Gran Abuelo prometió al Sol que prolongaría tanto como pudiese la vida de los humanos aumentando el calor de sus rayos y alejando a las enfermedades. Luego cuando llegue la hora estará esperando a la entrada de las Praderas Eternas para acogerlos a su lado.

Por esa razón los Arapahos bailan la danza de la Sagrada Pipa para agradecer al Sol sus beneficios y pedirle que recuerde al Gran Abuelo su promesa.

Por último señalar las similitudes en la creación del mundo y el hombre de la nada y la vida eterna al lado del Creador con las explicadas en la Biblia, curiosidad que queda aquí apuntada.

Josep Bartolí Reyes

4 comentarios:

  1. Si es que la religión es así.

    La necesidad de explicar el mundo como sea. Al fin y al cabo somos racionales.
    Luego llegamos otr@s, demasiado racionales, que nos hacemos ateos...pero eso es otra historia.

    Me ha encantado la lectura. Mucho más creíble que la creación bíblica.
    En vez de una serpiente que habla y coloca manzanas con trampa por doquier, el cabroncete de Nihancan poniendo obstáculos...(la vida misma).

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  2. Muy interesante...casi todas las religiones tienen en su explicación de la creación del mundo muchas similitudes...

    Bonito cuento...

    Un abrazo!

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  3. Bueno,..............

    Una altres historia de respercusions extraterrestres, en que la cultura, per interesos o per ignorancia intenta amagar, aquest cop en comptes de camuflar la historia amb pomes, es camufa amb pipes,.....a ver quien da más !

    Vaja tela. !

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