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domingo, 30 de marzo de 2008

Kafka en la orilla

Kafka Tamuro es un niño de 15 años al cual su madre abandonó dejándole con su padre cuando era pequeño. Kafka en la orilla narra la huída de un niño falto de cariño que busca encontrarse a sí mismo. Nakata, por su parte, es un anciano que en su infancia, durante la guerra, fue víctima de un desmayo que le privó de gran parte de sus capacidades intelectuales, y que se siente obligado a cumplir su destino

Ambas historias marcan el argumento de un libro que no nos dejará indiferentes. Este recurso de la narrativa “bestselleriana” (perdón por la palabreja) no concluye, como es habitual en estos casos en un final cerrado donde todas las argumentaciones paralelas se unen. Es como una madeja de hilos que a lo largo del libro van entrelazándose formando un tejido que para asombro del lector vuelve a deshilvanarse en el final. Este es el verdadero qué de esta obra y que nos hace recapacitar largo rato preguntándonos si nos ha gustado o no lo que hemos leído.

Es de esas obras que su principal capacidad es la de sorprender, ya sea por su narrativa diáfana, por su peculiar estilo del humor o por un conjunto que deja tantos cabos sin atar que nos hace concluir que más que lo formal lo que ha primado en el escrito ha sido lo visceral, el escribir sin el corsé de una coherencia que acaso desvirtúe el propósito del autor.

El amor, el sexo, la pasión parecen los motores que impulsan el quehacer de los “actores de la película” pero es realmente el destino el que rige devenir de sus actos.

Los personajes son tan variopintos como ricos en matices. Kafka es un niño sorprendentemente maduro para su edad. Nakata es un anciano con tintes de Forrest Gump y parece que responsable de cumplir el destino de Kafka. Saeki es una señora amargada por su pasado. Oshima es una chica asexuada gay. Y Hoshino es el alter ego del lector al margen de un recurso narrativo imprescindible para relatar las peripecias del anciano Nakata. También a los “secundarios” se les tendría de dar a comer aparte: Johnny Walken y Colonel Sanders, quedando la joven Shakura como único nexo de Kafka con la realidad y carente de las extravagancias que adornan las personalidades de los diversos personajes citados.

Al acabar el libro la primera sensación es ambigua, se me escapa un “¡vaya!”. He leído con atención y percibo un final que no cierra la obra y múltiples aspectos argumentales que se le han quedado al autor en el tintero. La segunda sensación es preguntarme “¿he disfrutado leyendo Kafka en la orilla?”. La respuesta es rotundamente positiva. Es por ello que mi análisis final debe ser positivo.

Este ha sido mi primer contacto con Haruki Murakami. Este hecho es posible que haya limitado mi capacidad de asimilar y analizar la obra que nos ocupa. Pero éste es otro tema que pienso solucionar con la mayor brevedad posible (me han aconsejado desde la blogosfera Tokio Blues).


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9 comentarios:

  1. Hola! No he leído nada de Murakami pero tengo entendido que es de lo más recomendado de la literatura japonesa. Temo un poco que sea demasiado complejo para mi hábito de lectura marcadamente occidental y preferentemente latino, jeje. De todos modos, lo pondré en mi lista de pendientes :)

    saluditos!

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  2. Murakami, Sese, no deja nunca indiferente. O te encanta o tiras el libro por la ventana, (o por el retrete si vives en un piso sin ventanas).
    Desde luego a mi Tokio Blues ha sido uno de los mejores libros que han pasado por mis manos.
    He de decir que es de lo más "occidental" que tiene Murakami, pero merece la pena leerlo.

    Besos

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  3. Lillu, es una lectura muy agradable y nada complicada. En cualquier caso siempre es bueno descubrir otras maneras (aunque no sea exageradamente diferente al "hábito de lectua marcadamente occidental...") de escribir

    Sommer, leeré Tokio blues (ya he conseguido que me lo presten) pero no creo que consiga estar entre mis libros favoritos. Luego proseguiré, salvo contraorden en forma de consejo, con otras prioridades (abordaremos Crimen y Castigo)

    Un saludo y gracias por vuestras aportaciones

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  4. efectivamente el Tokio Blues vale la pena. Yo tomo nota del kafka en la Orilla, que últimamente no estoy siendo acertada con mis elecciones.

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  5. Después de aprender catalán, será lo próximo que me convoque.
    Besos

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  6. No he leído nada de Murakami escuché po ahí que es de lo más recomendado de la literatura japonesa, es que tengo amigos y he tenido alumnos/as japoneses a los que les enseñaba español y ellos me enseñaban la riqueza de su cultura y sus comidas!
    gracias por tu visita a mim blog.
    dónde estás?
    en el mundo...dónde estás??

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  7. Esadelblog, la mejor manera de no equivocarse en la elección de un libro es dejarse aconsejar por gente que tenga gustos similares. Tampoco es aconsejable por sistema ir a los más vendidos en caso de duda porque te puedes llevar decepciones.

    Soledad, ¿te imaginas algún día leyendo una obra en catalán? ;)

    Jake, estamos en un rincón del mundo llamado Barcelona, que seguro que conoces (Olimpiadas del 92, Messi,...). Sigue visitándonos.

    Hasta otra y gracias otra vez

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  8. Hola!

    Yo he leído Tokio Blues y "Kafka a la platja" y me ha enganchado mucho más Kafka...empiezas y no paras hasta que acabas el libro. De todas formas recomiendo a los 2!

    (Sese! molt bé el comentari!)

    Marta

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  9. Marta, és veritat que enganxa la lectura de Kafka.... i només per aixó ja val la pena aconsellar el llibre. Però hi han moltes coses que se m'escapen, no les entenc o no sóc capaç d'entendre i això em negiteja. No sé si es degut a limitacions meves o defecctes de l'obra.
    provarem amb Tokio Blues a veure si seguim aprenent de l'autor...

    Moltes gràcies pel comentari

    A reveure

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