Clarence Clemons ha muerto hoy a las siete de la mañana tras no poder superar un derrame cerebral que sufrió hace una semana.
Se nos ha ido, nos ha dejado el saxofonista de la E Street Band, la banda que a lo largo de 4 décadas ha acompañado a Bruce Springsteen en los escenarios.
Nos ha dicho adiós el Big Man, y eso es lo que era, un Gran Hombre, en todas las acepciones del término. Y me quiero quedar sobretodo con eso. Sí, ya sé que no lo llegué a conocer pero es imposible que no fuera un Gran Hombre. Es lo que tiene los ídolos, que los moldeamos a nuestro antojo, pero en el caso de Clarence estoy seguro que era un Gran Hombre.
La primera imagen que me ha invadido al enterarme vía facebook de la trágica noticia ha sido el concierto que la gira de The Rising (2003) que hizo en Barcelona. Sí, ese concierto que transmitió la MTV en directo y que tras disfrutarlo en vivo sólo llegar a casa muy de madrugada me lo volví a tragar entero. Me ha invadido la imagen de Clarence llorando mientras Bruce interpretaba la canción You’re Missing (¿o era Empty Sky?, qué más da ya). Cabe decir que el disco es un homenaje a las víctimas del atentado del 11-S en Nueva York. Y Clarence lloró mientras Bruce y La E Street Band tocaban la canción que homenajea los desaparecidos del atentado. Sólo por eso es imposible que Clarence Clemons no haya sido un GRAN HOMBRE.
Pilar indispensable escenográficamente de los conciertos del Boss exaltaba a los fans cada vez que era su turno, cada vez que cogía el saxo y nos regalaba ese sonido que nos atravesaba el alma y llegaba a lo más hondo de nosotros mismos. Ved el júbilo del público cuando era presentado:
La E Street Band ya no era lo mismo tras la muerte de Danny Federici y ahora sin Clarence CLemons simplemente ya no será. Es imposible imaginar, concebir un concierto sin él. Ese gran hueco que deja no se puede llenar, siempre estará allí. Cada vez que sigamos escuchando los vinilos de Bruce y las notas de su saxo invadan nuestros oídos sabremos que nunca más estará entre nosotros, pero que también nunca nos abandonará.
Y os dejo con Jungleland, una canción que cuando la oigo consigue estremecerme, con un solo de saxo que cada vez que lo escucho me emociona, a partir de ahora será un poco más especial.
Siempre estarás entre nosotros, Big Man
Estaba precisamente viendo la noticia en la tele. Es ley de vida, pero echaremos de menos ese saxo tan característico.
ResponderEliminarsaluditos
Vaya! No lo sabía. Pues sí, uno de los pilares de la banda.
ResponderEliminarsaludos,
Lillu: vamos creciendo y nuestros referentes van desapareciendo, sí, es ley de vida, pero no deja de doler.
ResponderEliminarSaludos
meloenvuelveparareegalo: son ya dos los cimientos que faltan a la E Street Band, me temo que demasiados como para que no se caiga la casa.
ResponderEliminarSaludos
NO tenía idea de quien era, aunque por supuesto, si que he escuchado innumerables veces esos conciertos, el Boss es uno de los iconos de mi generación, uno de esos imperdibles.
ResponderEliminarRuben: soy de esos que ha ido creciendo con la música de Bruce y su banda, y la pérdida de estos referentes es algo más que "ese famoso que ha muerto". En fin, la vida continua
ResponderEliminarSaludos
Se me encogió el estómago al oir la noticia.
ResponderEliminarEfectivamente, ya no hay Band.
pseudosocióloga: Pues sí, se acabó la E Street Band, es insustituible.
ResponderEliminarNos queda su música.
No tengo ni idea de quien es, pero siempre es una pena que mueran grandes artistas, cualquier persona en realidad, da mucha pena cuando se van.
ResponderEliminarbesos.
Sandra: espero que con este post le hayas conocido aunque sea un poquito. Una gran pérdida
ResponderEliminarBesos
La sombra de los gigantes es así, Sesé. Imperecedera. La sentirás desde ahora cada vez más, con una intensidad que sólo tu piel será capaz de transmitir.
ResponderEliminarEl alma de los gigantes nunca muere, y siempre irás corriendo a protegerte bajo su sombra eterna.
Emocionante post... gracias. Entro en el silencio de su sonido.
Te hago una pequeña confesión; siempre que escucho a Bruce, sé lo que siento, es indescriptible. No sabría ponerle nombre. Lagarto y tú... me habéis ayudado a discernir, a saber más... a entender por qué. Brindo por vosotros en muchas ocasiones en que escucho a Bruce.
;)
ana: cada vez que suena ese saxo evoco grandes momentos, conciertos en directo que acababan con una promesa de huir para ganar, en fin, nos queda la música de este Big Man que ha sembrado simpatías allá por donde ha ido.
ResponderEliminarEs reconfortante conocer a gente que siente cosas como las que siento cuando escucho a Bruce. Brindaremos juntos cada vez que ese saxo deleite nuestros oídos.
Un abrazo