Las calurosas noches de verano en una ciudad como Barcelona pueden llegar a ser hasta angustiosas. Muchos grados de temperatura que vienen acompañados de alta humedad. La sensación de calor, sofoco se multiplica, cuesta hasta respirar, y conciliar un plácido sueño parece tarea arto difícil, Lo mejor es ir cansado para que la fatiga haga factible un descanso que ignore las complicaciones descritas. Una botella de agua acompaña siempre mis noches veraniegas. Cambios de posiciones constantes en busca de la casi imperceptible brisa que pueda entrar por la ventana, tragos de agua con cierta frecuencia alteran el sueño haciendo la noche interminable.
Pero bueno, se va descansando como se puede.
Lo malo es cuando el sueño y la sed u otras sensaciones te juegan una mala pasada y te arruinan el descanso convirtiendo tus sueños en pesadillas. Más de una vez he soñado que tenía la garganta seca, sueño sin duda causado por la propia sensación de sed que invadía mi cuerpo. Y en más de una ocasión el sueño se ha tornado pesadilla: el inconsciente decide que estoy corriendo la maratón de Nueva York, por ejemplo, y me invade una pertinaz sed fruto del esfuerzo físico (aunque en realidad es culpa de la noche calurosa), acudo a los bidones de agua que la organización de la carrera ha dispuesto para los corredores y destapo el recipiente de tan ansiado maná. Pero la sensación que experimento es angustiosa, el líquido o no fluye o no llega a mi garganta, que sigue seca y esa horrible sensación se agudiza y altera mi descanso. Botellas y botellas destapadas cuyo líquido no ha conseguido llegar a mi organismo, la garganta sigue seca y la pesadilla es cada vez peor. Hasta que finalmente no sé qué tecla de mi organismo consigue despertarme del sueño y tomar, abrazar y devorar la botella de agua que siempre vela mis descansos estivales y retomar el sueño a la espera de nuevos “inconvenientes” (los mosquitos, por ejemplo).
Pero bueno, se va descansando como se puede.
Lo malo es cuando el sueño y la sed u otras sensaciones te juegan una mala pasada y te arruinan el descanso convirtiendo tus sueños en pesadillas. Más de una vez he soñado que tenía la garganta seca, sueño sin duda causado por la propia sensación de sed que invadía mi cuerpo. Y en más de una ocasión el sueño se ha tornado pesadilla: el inconsciente decide que estoy corriendo la maratón de Nueva York, por ejemplo, y me invade una pertinaz sed fruto del esfuerzo físico (aunque en realidad es culpa de la noche calurosa), acudo a los bidones de agua que la organización de la carrera ha dispuesto para los corredores y destapo el recipiente de tan ansiado maná. Pero la sensación que experimento es angustiosa, el líquido o no fluye o no llega a mi garganta, que sigue seca y esa horrible sensación se agudiza y altera mi descanso. Botellas y botellas destapadas cuyo líquido no ha conseguido llegar a mi organismo, la garganta sigue seca y la pesadilla es cada vez peor. Hasta que finalmente no sé qué tecla de mi organismo consigue despertarme del sueño y tomar, abrazar y devorar la botella de agua que siempre vela mis descansos estivales y retomar el sueño a la espera de nuevos “inconvenientes” (los mosquitos, por ejemplo).
Vaya, un infierno el de tus noches... bueno, yo no vivo muy lejos, si es que vives en Barcelona ciudad, y en todo el verano no he quitado del todo el edredón ligerito de la cama. A pesar de ser ligerito, sigue siendo edredón, pero mis temperaturas son muy raras. Eso sí, tmapoco falta una botella de agua a mi lado, y la ventanita abierta. Odio cuando entra la música de los coches que pasan... por suerte desde que terminaron las vacaciones para casi todo el mundo ya no se da tanto.
ResponderEliminarBueno, ya queda menos para que termine el calor... besos!
Yo llevo fatal lo del calor y he pasado noches realmente malas este verano, de no poder dormir y tener la sensación constante de que estás empapada en sudor :( De pequeña lo que peor llevaba eran las digestiones: cuando comía mucho, inevitablemente esa noche tenía pesadillas XD
ResponderEliminarÁnimo que por ahí el calor ya remite pronto; aquí nos toca aguantarnos :P
saluditos
Por ese tipo de cosas siempre me gustan más los inviernos, a parte de porque me hacen sentir más viva. De todas formas en La Rioja no hay demasiado problema para conciliar el sueño (no siempre, claro), pero estoy loca por Barcelona, aunque me robe el sueño :)
ResponderEliminarSonix: exactamente estoy en Hospitalet, pero para el caso es lo mismo, cada uno tenemos nuestras manías pero dormir en agosto con edredón!!!!. Afortunadamaente no tengo el problema del ruido si duermo vcon ventanas abiertas, si no no creo que pudiera.
ResponderEliminarUn beso
Lillu: no creo que te puedas quejar de calor con vuestro clima "tropical", bromas aparte, sí que es cierto que las digestiones pesadas pueden favotrecer estas pesadillas
ResponderEliminarSaludos
Arkadas: parece que los veranos son más benignos en La Rioja, es que aquí la humedad es lo peor. Aún así, también soy un "loco por Barcelona, aunque me robe el sueño ;)
ResponderEliminarUn abrazo
Por aqui por el Sur afortunadamente el tiempo nos estñá dando tergua, que hemos tenido unas noches como para volvernos locos...qué calor!!!!
ResponderEliminarHay que ver qué curioso es eso del subconsciente y los sueños, que te avisan y te dan mensajes, para que te despiertes de una vez y hagas lo que tengas que hacer...como cuando sueñas que tienes que ir a buscar un w.c. ;)
Saludos y feliz semana
La verdad es que el calor húmedo se hace muy difícil de soportar (al menos para mí), casi prefiero el calor seco castellano!
ResponderEliminarLo de los sueños daría para muchos post, sobre todo esas pesadillas que no se terminan hasta que te despiertas y bebes algo... ufffff
Saludos!
Sieslo: Parece que ya nos queda poquito de estos agobios, de aquí ná nos quejaremos del frío. Y las pesadillas estas son muy molestras aunque siempre el subsconciente encuentrra ael botón de escape.
ResponderEliminarSaludos
Alice: cualquier calor o frío seco es mejor llevadero que el húmedo, con el frío seco te abrigas y se te pasa con el frio con humedad te abrigas y el frío sigue calanda hasta en los huesos.
ResponderEliminarSaludos
Después de meses, demasiados, ocho largos meses de insomnio intermitente, daba igual lo que hiciera, frío, calor, ruido, silencio, cansancio, agitación... Me rendí: solo unos meses, solo unos, de verdad, pero esas pastillas mágicas hacen que mis noches ya no sean una pesadilla.
ResponderEliminarBeso!
PD. Genial recomendación de Sonix
Vir: espero no tener nunca que tomar pastillas para dormir, supongo que debe ser la última solución.
ResponderEliminarSaludos y gracias por comentar