Es la frase recurente que pone fin a equívocos varios. Quién no ha saludado a un desconocido en la calle convencido de que era otra persona. Son situaciones habituales, equívocos más o menos embarazosos en función del aprieto en que pongas al inocente receptor del saludo errado.
Cruzarte con alguien y a lo lejos reconocerlo afín, alzar el brazo y a medida que se acerca el objetivo ver que te has confundido y disimular el incipiente gesto inicial de alzar la mano en modo de saludo para transformarlo llevando la mano elevada a la oreja en un simple "me rasco la oreja porque me pica, y tú que miras". Es una confusión, pero inocua en sí misma
Pero en ocasiones este equívoco adquiere otra dimensión más enojosa para el interlocutor:
En cierta ocasión vagaba por las calles de Barcelona cuando un coche parado en un semáforo llamó mi atención. "Cáspita, si es el Juanan". Peugeot blanco y anatomía del conductor afín a la del personaje reconocido. Nada más lejos de la realidad, pero aún no me había percatado. El presunto Juanan no advierte mi presencia (obviamente ya que no es él) y aprovecho esta tesitura para saludarle a la vez que le doy una sorpresa, un pequeño susto. Me acerco con cierto sigilo, el semáforo sigue en rojo, el Peugeot blanco parado, el presunto Juanan empanado sin reconocerme (quién me iba a decir que el empanado era yo) y sin mediar gesto ni saludo previo golpeo con cierta violencia el capó del coche causando tal estrépito que sorprendo al conductor. El falso Juanan (ahora he advertido mi error) alza la vista asustado a la par que sorprendido. Tierra trágame, que no es el Juanan. Adivino que el rubor se apodera de mi rostro y alzo las manos a modo de plegaria para pedir perdón al falso Juanan.
"Perdona, es que te he confundido"
Y pongo pies en polvorosa para no tener que hacer frente a tan violenta situación. Cómo habrá reaccionado el infortunado conciudadano. Se habrá quedado atónito sin saber cómo reaccionar, se habrá enojado hasta el punto de increparme y/o insultarme. Quién sabe, ya estoy lejos da allí recordándome a mí mismo lo zoquete que he sido.
Sin duda, ha sido una situación incomoda, el único consuelo es que no soy ni el primero ni el último que la ha cagado de este modo, ¿o sí?
Cruzarte con alguien y a lo lejos reconocerlo afín, alzar el brazo y a medida que se acerca el objetivo ver que te has confundido y disimular el incipiente gesto inicial de alzar la mano en modo de saludo para transformarlo llevando la mano elevada a la oreja en un simple "me rasco la oreja porque me pica, y tú que miras". Es una confusión, pero inocua en sí misma
Pero en ocasiones este equívoco adquiere otra dimensión más enojosa para el interlocutor:
En cierta ocasión vagaba por las calles de Barcelona cuando un coche parado en un semáforo llamó mi atención. "Cáspita, si es el Juanan". Peugeot blanco y anatomía del conductor afín a la del personaje reconocido. Nada más lejos de la realidad, pero aún no me había percatado. El presunto Juanan no advierte mi presencia (obviamente ya que no es él) y aprovecho esta tesitura para saludarle a la vez que le doy una sorpresa, un pequeño susto. Me acerco con cierto sigilo, el semáforo sigue en rojo, el Peugeot blanco parado, el presunto Juanan empanado sin reconocerme (quién me iba a decir que el empanado era yo) y sin mediar gesto ni saludo previo golpeo con cierta violencia el capó del coche causando tal estrépito que sorprendo al conductor. El falso Juanan (ahora he advertido mi error) alza la vista asustado a la par que sorprendido. Tierra trágame, que no es el Juanan. Adivino que el rubor se apodera de mi rostro y alzo las manos a modo de plegaria para pedir perdón al falso Juanan.
"Perdona, es que te he confundido"
Y pongo pies en polvorosa para no tener que hacer frente a tan violenta situación. Cómo habrá reaccionado el infortunado conciudadano. Se habrá quedado atónito sin saber cómo reaccionar, se habrá enojado hasta el punto de increparme y/o insultarme. Quién sabe, ya estoy lejos da allí recordándome a mí mismo lo zoquete que he sido.
Sin duda, ha sido una situación incomoda, el único consuelo es que no soy ni el primero ni el último que la ha cagado de este modo, ¿o sí?
Jajajaja. No Sese, si te sirve de consuelo no eres el unico, me ha pasado no una vez sino varias y todas ellas muy vergonzosas, solo que menos mal que no me da por ir golpeando los coches de mis supuestos reconocidos.
ResponderEliminarUna vez iba en el bus (cómo no?) subió una chica que yo confundí con la mujer de un amigo (la habia visto un par de veces) la persigo con la mirada y le digo un hola, pero no muy audible, porque tenia mis dudas, la chica me miro y sonrio, yo no tuve suficiente y seguía mirandola y sonriendole porque para mi que no me habia reconocido del todo ella,(creo que la chica empezó a asustarse) y cuando ya no pude mas me acerqué y le dije: tu eres Mary, verdad? y la chica toda desconcertada me dice: no, Yo no me quedo satisfecha y le digo y no tienes una hermana que se llama Mary?, ella dice: No tengo hermanas!
Creo que se sintió acosada o algo y yo avergonzada perdida, me bajé al menos 7 paradas antes de la mia.
Soy muy despistada y no me quedo con las caras muy bien, asi que suelo confundirme. Con algun chico que otro tambien me ha pasado ;) Y el corte o ridiculo ha sido aún mayor.
Saludos
jijijijijijijijiji perdona,es que me parto!jaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajaa Lo siento,lo siento muchísimo...pero yo soy la parte atacada más que atacante jijijijijijiji a mí me confunden mucho,me saluda mogolón de gente a la que no conozco,eso sí,nunca de esa manera tan peculiar que tienes tú jijijijijijijiji pero no pasa nada,yo respondo igualmente,como si nos conociéramos,de hecho,ya nos conocemos,no?jijijijijijijiji Es lo que tiene ser del montón,Sese...que semos muchas muy parecidas jaaaaaaaaaaaajajajaja
ResponderEliminar¿Cómo se te ocurre hacer algo así?jaaaaaaaaaaaaaajajajajajajaja si yo fuera Juanan y leyera esto...me estaría descoj*+*ndo jijijijiji vamos,algo parecido a lo que estoy haciendo jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajajajjaajjaa
El próximo semáforo en rojo que me encuentre va a ser muy divertido gracias a estas coisllas que cuentas jijijijijijijijijijijijiji
Aaaaaaaaaaachuchones!!!!
Sieslo: Quizás pensó la "confundida" que se enfrentaba a una psicópata o alguien con malas intenciones. En cualquier caso menos vergonzoso que mi espectáculo en el semáforo. Quien me viera pensaría que estaba chalado o algo así. En fin paradojas de la cotidianidad. Y a veces quedamos como antipáticos o antisociales por olvidar una cara o no responder a un saludo de alguien que creemos desconocido cuando no es así.
ResponderEliminarUn abrazo
India: ríe, ríe India, pero no olvides que algún dia te puede pasar a ti y entonces será éste que escribe quien se desternillará (o se dice destornillará) de risa (si tienes a bien contárnoslo). Y así entre risas y risas hacemos más ameno nuestro paso por la vida. Eso sí risas sanas y bienintencionadas como las tuyas. Y si te confunden seguramente te pareceras a alguien famoso, jeje. Yo explotaría ese filón e instaría a los que te confunden a que te paguen una cena o te inviten a algo. Quién sabe, igual cuela. ji ji.
ResponderEliminarAbraazos.
Jajaja, pues es que es para reírse! Porque yo estoy parada en un semáforo y viene un tío a darme un golpe en el capó, y creo que arranco antes del verde!
ResponderEliminarBueno, yo alguna vez he hecho eso de rascarme la oreja, o cuando no llevo gafas, saludar con un "hola" que no llego a terminar a alguien que pasa por mí en la acera... los despistados es lo que etnemos! Pero tú seguro que la siguiente vez que viste a Juanan te aseguraste bien de que era él. xD
Besos!
Jajaja pobre presunto Juanan, a mí me hubieras matado del susto!! Si llega a ser de noche, parada cardíaca seguro.
ResponderEliminarPrecisamente el otro día casi doy la declaración de la renta a una presunta Mayte que no era Mayte; y me quedé mirándola como diciendo "toma, que es la tuya", y la otra como diciendo "quién eres y qué coño es esto?" En fin... que nos pasa a todos (espero).
CreatiBea: evidentemente en situaciones normales el que le posa peor es el que se confunde. Pero la situación que describo, por mal que lo pasé, supongo que el confundido se quedó con la duda si le estaba vacilando o relamente me había confundido.
ResponderEliminarSaludos
Sonix: es que era clavadito a Juanan, el infortunado confundido, al menos hasta que alzó la vista y me percaté de mi error, además verlo en un ámbito diferente al que nos encontramos habitualmente me hizo reaccionar de tan infausta manera.
ResponderEliminarSAludos
Isi: lo peor de estas situaciones es es que el confundido debe pensar que somos medio tontos o algo parecido,, eso al margen de la posible situación violenta que se pueda generar
ResponderEliminarSaludos
Huy, tranquilo que no eres el único, eso desde luego :D Yo me pasé unos tres meses saludando a un tío que me cruzaba casi todos los días al ir a la parada del bus, pero a día de hoy todavía no sé de qué lo conocía XDD Sé que me sonaba su cara y de tanto mirarle con cara de "te saludo, no te saludo" un día me sonrió y le saludé, y así todos los días sin saber por qué XD Ahora que lo pienso, igual quería ligar conmigo?? NO, igual pensaba que YO quería ligar con él!! Qué vergüenza XDDD
ResponderEliminarA mí me haces lo del capó y te insulto :P jajaja.
saluditos
Lillu: seguramente él pensaría lo propio, "por qué me mirará tanto esta chica, igual la conozco, mejor pruebo a sonreírle a ver si me reconoce o no". Y si me insultaras después del incidente del coche lo entendería perfectamente, seguro que fue lo que hizo el "falso Juanan"
ResponderEliminarSAludos
Cómo nos engañan los sentidos de la memoria, sí. El viernes pasado, en un seminario de trabajo, alguien me paró en el break para el café y me dijo que me veía casi todos los días en la parada de metro. Yo sabía que me estaba confundiendo con otra persona, ya que yo no paso nunca por la parada de metro de la que me hablaba, pero me parecía poco educado cortarle así la conversación, así que seguí hablando con él como si de viejos conocidos se tratara, y tuvimos una conversación medianamente interesante. En fin, no sé qué pasaría esta semana cuando encuentre al-que-no-soy-yo y compruebe mi patraña. No sé si avergonzarme o sentirme bien. Qué extraña es la vida a veces :)
ResponderEliminarSalud!
No surrender. Lo mejor que le puede pasar a ese señor es que no vuelva a ver a "tu otro yo" en el metro, la decepción puede ser considerable, a la par que es posible que maldiga tus huesos por no advertirle de su equívoco
ResponderEliminarSaludos
Es divertido... gracias por contarlo. Por lo demás... tu has nacido para correr, así que, sin miedo.
ResponderEliminarjajajajaja