AÑO: 1966
DURACIÓN: 125 min.
DIRECTOR: Billy Wilder
GUIÓN: Billy Wilder & I.A.L. Diamond
MÚSICA: André Previn
FOTOGRAFÍA: Joseph LaShelle (B&N)
REPARTO: Jack Lemmon, Walter Matthau, Ron Rich, Cliff Osmond, Judi West, Lurene Tuttle, Harry Holcombe, Les Tremayne, Lauren Gilbert, Marge Redmond, Noam Pitlik, Harry Davis, Ann Shoemaker
Un cámara de televisión es arrollado por un jugador de fútbol americano; aparentemente no tiene secuelas pero su cuñado, un picapleitos de la peor calaña, le convence para que simule graves lesiones y así poder sacar un buena indeminización de la compañía de seguros.
Jack Lemmon, la víctima, luchará contra su conciencia que le dicta ser honrado y su ansia de recuperar a su ex mujer, que vuelve a sus brazos ante la posibilidad de tocar dinero.
Es la lucha del bien (Jack Lemmon y el jugador que le arrolla) contra el mal (el cuñado abogado y la ex de la víctima, que no están dispuestos a todo por sacar tajada)
Jack Lemmon se somete a la balanza: en un plato: el jugador, que se siente culpable del accidente, va a la deriva víctima de los remordimientos en otro el dinero y la posibilidad de recuperar a su ex de la que continua enamorado.
Ésta fue la primera colaboración de Jack Lemmon y Walter Matthau, la química fue inmediata. Jack ya era una estrella y Walter sólo tenía cierto renombre en Broadway. Aún así el mejor papel fue para el segundo, sin que Jack se sintiera celoso (su papel, postrado en una silla de ruedas, era menos agradecido). Tanto fue así que Walter ganó el Oscar de ese año como actor de reparto.
Hablar de una película de Wilder es hablar de un guión redondo, no en vano Billy fue director básicamente para que sus guiones no fueran destrozados por el director. Así los diálogos son típicos de Wider, llenos de humor, ironía, mordaces,... Un ejemplo de ello es cómo se rie de sí mismo Billy cuando el detective del seguro explica los adelantos técnicos usados para espiar y descubrir el fraude y concluye "y con cámara en technicolor" (Wilder sólo había hecho una película en color hasta entonces), luego tras el fracaso de la investigación los abogados del seguro le recriminan al detective su derrota enfatizando de nuevo ese "en technicolor".
Otra frase genial:
"el matrimonio es como el ejército, todo el mundo reniega de él, pero te sorprendería ver cuántos se reenganchan"
Cuando faltaba poco para acabar la película Walter sufrió un infarto y se retomó el rodaje dos meses después, el actor había perdido 17 kilos, en una escena le vemos subir una escaleras y luego, ya dentro de casa vemos a esa misma persona con 17 kilos menos. Es curioso porque ya en Bésame tonto tuvo que sustituir a Peter Sellers por Ray Waltson por la misma causa.
Una comedia de Wilder muy recomendable, que sin llegar al nivel de El Apartamento supone el descubrimiento del binomio Lemmon/Matthau, que no es poco.
DURACIÓN: 125 min.
DIRECTOR: Billy Wilder
GUIÓN: Billy Wilder & I.A.L. Diamond
MÚSICA: André Previn
FOTOGRAFÍA: Joseph LaShelle (B&N)
REPARTO: Jack Lemmon, Walter Matthau, Ron Rich, Cliff Osmond, Judi West, Lurene Tuttle, Harry Holcombe, Les Tremayne, Lauren Gilbert, Marge Redmond, Noam Pitlik, Harry Davis, Ann Shoemaker
Un cámara de televisión es arrollado por un jugador de fútbol americano; aparentemente no tiene secuelas pero su cuñado, un picapleitos de la peor calaña, le convence para que simule graves lesiones y así poder sacar un buena indeminización de la compañía de seguros.
Jack Lemmon, la víctima, luchará contra su conciencia que le dicta ser honrado y su ansia de recuperar a su ex mujer, que vuelve a sus brazos ante la posibilidad de tocar dinero.
Es la lucha del bien (Jack Lemmon y el jugador que le arrolla) contra el mal (el cuñado abogado y la ex de la víctima, que no están dispuestos a todo por sacar tajada)
Jack Lemmon se somete a la balanza: en un plato: el jugador, que se siente culpable del accidente, va a la deriva víctima de los remordimientos en otro el dinero y la posibilidad de recuperar a su ex de la que continua enamorado.
Ésta fue la primera colaboración de Jack Lemmon y Walter Matthau, la química fue inmediata. Jack ya era una estrella y Walter sólo tenía cierto renombre en Broadway. Aún así el mejor papel fue para el segundo, sin que Jack se sintiera celoso (su papel, postrado en una silla de ruedas, era menos agradecido). Tanto fue así que Walter ganó el Oscar de ese año como actor de reparto.
Hablar de una película de Wilder es hablar de un guión redondo, no en vano Billy fue director básicamente para que sus guiones no fueran destrozados por el director. Así los diálogos son típicos de Wider, llenos de humor, ironía, mordaces,... Un ejemplo de ello es cómo se rie de sí mismo Billy cuando el detective del seguro explica los adelantos técnicos usados para espiar y descubrir el fraude y concluye "y con cámara en technicolor" (Wilder sólo había hecho una película en color hasta entonces), luego tras el fracaso de la investigación los abogados del seguro le recriminan al detective su derrota enfatizando de nuevo ese "en technicolor".
Otra frase genial:
"el matrimonio es como el ejército, todo el mundo reniega de él, pero te sorprendería ver cuántos se reenganchan"
Cuando faltaba poco para acabar la película Walter sufrió un infarto y se retomó el rodaje dos meses después, el actor había perdido 17 kilos, en una escena le vemos subir una escaleras y luego, ya dentro de casa vemos a esa misma persona con 17 kilos menos. Es curioso porque ya en Bésame tonto tuvo que sustituir a Peter Sellers por Ray Waltson por la misma causa.
Una comedia de Wilder muy recomendable, que sin llegar al nivel de El Apartamento supone el descubrimiento del binomio Lemmon/Matthau, que no es poco.
Llevo entrando en este post ya varias veces jijijijijijijijijii sin decir ni mú jaaaaaaaaaaajajjajajaa para qué?pos para leer a JordiDalmau!!!! ná más leer el título me dije...ya está!En bandeja de plata le servimos la derrota a Holanda...la plata es para Holanda...jijijijijiji cosas así que seguro que pasan por la cabecita de Jordi!jijijijijijijiji
ResponderEliminarPero como Jordi debe estar de peor resaca que yo (que no hay que beber taaaaanto,mira qué bien me levanto yo con mi agüita con rodaja de limón...jijijijijijiji)pues me adelanto...Sese qué arte tienes!ni el pulpoPaul ni ná de ná...este blog era la bola de cristal en la que ver cómo Casillas levantaba la Copa!!!!!!!!
Genial película,genial el diálogo y las situaciones...genial el cerebro de Wilder para contarnos desde lo cotidiano sorprendiéndonos de cómo nos sorprende...yo suelo asemejarlo,cerebralmente,con lo que es JuanJoséMillás a la escritura ;D
Aaaaaaaaaaaaachuchones!!!!!
¿Tendré un poder extrasensorial y no soy consciente de ello?, ¿alguien creerá en mí como medium para transmitir el futuro y viendo como no me percato de ello habrá elegido un pulpo, que para el caso los cerebros son similares?. Quien sabe, acaso Dalmau tenga las respuestas.
ResponderEliminarWilder sacó a relucir las miserias humanas como ningún otro, y, como en esta ocasión, con un humor ácido y sangrante.
Abrazos (y para variar, no he leído nada de Millás, habrá que solucionar esta carencia)
Jajajaja que bueno yo tambien al leer en bandeja de plata pensé que los tiros iban por otro sitio. Creo que sí que algun don adivinatorio tienes ;)
ResponderEliminarMe ha encantado la frase del matrimonio, es una verdad comoo una Catedral.
Y por otro lado, me apetece ver la peli, con ese humor ácido que nos comentas que tiene. Me llama la atención...por cierto ya casi acabo el libro...bien!!!!!
Sieslo: pues fíjate que está programado el post hace tres semanas. A veces hay que perder el miedo, la pereza y el respeto a ver estos grandes clásicos, son tan actuales como las películas de la cartelera.
ResponderEliminarSaludos (y ánimo con el libro)