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domingo, 13 de diciembre de 2009

Higiene en las latas de refrescos


En los últimos tiempos los sistemas de higiene en la elaboración y manipulación de alimentos y derivados han experimentado una mejora notable. Tanto es así que en ocasiones las normativas y reglamentaciones de sanidad tienden a pecar por exceso de pulcritud llevando la higiene hasta extremos que nunca hubiéramos imaginado décadas anteriores.

Algunas de estas medidas son exageradas pero las aceptamos y respetamos los involucrados en ellas por aquello de que “más vale que sobre que falte”, mejor el exceso que el defecto de limpieza.

En el presente estado de las cosas no entiendo la pervivencia del actual sistema de obertura y consumo de las latas de refresco que todos conocemos. Antiguamente la obertura implicaba la separación de la anilla y lengüeta de aluminio del conjunto de la parte superior del refresco. Cosa que los críos aprovechábamos para convertir las anillas en espléndidos proyectiles voladores accionados por la lengüeta que actuaba de palanca para el lanzamiento de nuestro particular Ovni en forma de anilla redonda. El sistema se abolió, deduzco, por el peligro que entrañaba una lengüeta cortante y de poco tamaño en manos de niños de corta edad que podían llegar a tragársela, cortarse,…

Así llegamos al sistema actual en el que la anilla en la obertura se queda adherida a la parte superior de la lata y la lengüeta que antes nos quedábamos en las manos ahora se introduce en el hueco que hemos creado al accionar el sistema de obertura en la parte interior de la lata. Supongo que no me explico bien pero todos sabemos el resultado de la acción de abrir una lata de refrescos.

El proveedor sirve el producto en packs de 24 latas protegidas por un envoltorio de plástico retráctil que preserva el producto de la suciedad pero nadie nos garantiza que el almacenaje por parte de tendero, pongamos por caso, se haga en tales condiciones. Por comodidad es posible que el tendero, o dueño del bar, o quien sea, retire ese envoltorio de plástico y deje la parte superior de las latas a la buena merced de agentes nocivos tales como polvo, excrementos de animales que puedan campar por el almacén,…

El último paso pudiera ser la ingestión final del refresco con todos estos agentes nocivos. La parte de la lengüeta que nadie nos garantiza que esté perfectamente limpia se introduce en el interior de la lata al abrirla y contacta con el líquido que vamos a tomarnos.

Una simple tapa de plástico que encajara en la parte superior de la lata garantizaría la plena pulcritud del envase y del líquido que ingerimos, sería algo parecido al precinto de plástico que preserva el tapón de las botellas de agua, por ejemplo.

Las soluciones son sencillas, y económicas y no comprendo cómo no se ponen en práctica. No hace falta en ningún caso una revolución total del sistema de fabricación de las latas y relleno de las mismas.

Acaso pueda parecer un poco tiquismiquis con esta reflexión pero es como veo el estado de la cuestión y más considerando la excesiva meticulosidad legislativa que rodea el tema de la higiene últimamente.

He dicho (y que conste que no soy nada maniático para estas cosas, que consumo y seguiré consumiendo latas de refresco)

10 comentarios:

  1. Yo la verdad es que no me paro a pensar mucho en esas cosas, pero ya me han dicho en muchas ocasiones que debería limpiar la anilla antes de abrir la lata...por el tema de la higiene como tú bien dices....y yo siempre pienso: lo que no mata engorda...

    La verdad es que estoy empezando a seguir los consejos de aquellos que me quieren bien, por si las moscas....

    Un abrazo!!

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  2. tampoco tengo manías, pero es curiosa la situación. Y como dice el dicho lo que no mata engorda (que ya te podría hacer más atractivo en vez de engordar, pero bueno, eso es otro tema)

    Otro abrazo

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  3. Pues yo consumo muy pocas latas, porque apenas bebo refrescos, pero si lo hago sí que suelo pasarle una servilleta a la parte de arriba o servirlo en un vaso. No es que en ese momento piense que se me va a pegar algo de la lata, creo que lo hago ya como un acto reflejo XD

    Creo que lo que comentas de incluir unas tapas de plástico en las latas sería una buena idea, pero no creo que resultara barata para los fabricantes, la verdad. Si así fuera, seguro que ya lo habrían hecho algunas marcas para diferenciarse y ganar consumidores.

    saluditos!

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  4. ¿sabes que llevo tiempo con eso mismo? a mi también me da cosilla que se meta para dentro esa lengüeta y en casa limpio las latas cuando las compro antes de meterlas en la nevera. En los bares pido abrirlas yo.

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  5. lillu, una simple tapa de plástico que encajara a presión no creo que fuera muy complicado ni caro de hacer. Lo que pasa es que es menos caro y complicado no hacer nada.

    SAludos

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  6. yoyoyo: pues yo no tengo manías y las tomos tal cual, incluso a morro. A veces es mejor no pensar en estas cosas, sino acabarías loco

    Un saludo

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  7. Pues no me había percatado de la cantidad de microbios que me calzo los domingos de fútbol con cada cubata.

    El sistema de almacenamiento del quiosco mejor ni mentarlo...

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  8. Fiebre: cómo es que os dejan beber alcohol en el fútbol, una de dos o haceis trampa o veis el futbol en el palco (a esos si que no les falta el drinking)

    Un abrazo

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  9. No, no. Hablo del quiosco de la calle, en la acera del estadio.

    Bueno, y dentro también me calzo alguno...pero mi petaca está ´higienizada a tope´juas.

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  10. Hay una empresa que ha ideado una tapa para resolver todo esto www.resetworld.es
    Y ya la comercializa el agua con gas de vichy catalán y la tonica tb.

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