Agujetas en el culo.

Un día de vacaciones ofrece múltiples posibilidades, una de ellas es ir a andar.

Dicho y hecho, tras formular una oferta sobre el producto lúdico sólo se obtuvieron dos compradores y un tercero que decía eso de "ya se verá".

Claro que a finales de agosto ya éramos poquitos los que estábamos de vacaciones. Que si uno "ya veremos", que si otro "yo eso prefiero hacerlo corriendo", que si otro "mañana trabajo".

Total, que al final sólo dos, uno de ellos un "andarín" profesional, que si club de excursionismo y tal, y un servidor que lo más que anda, sobretodo en vacaciones, es de casa a la piscina.

Total, una travesía por pistas forestales al pueblo vecino, a Mediona. 

Origen: La Llacuna

Destino: Mediona
Hora de partida: 7:45 de la mañana (por eso del sol)

Dicho y hecho, al final sólo dos afrontamos tan vil proeza (al menos para mí). La primera parte del trayecto es la más durá: media hora de continua y pronunciada subida que acaba con un servidor sudando y al borde de la extenuación. 

¿Por qué corres tanto?

Cuanto antes llegue a la cima antes descansaré.

Y a partir de la cima a disfrutar de la caminata, a un ritmo más que aceptable disfrutamos de la excursión, más por el placer de andar que por las vistas que la niebla nos niega.

Un labriego con tractor, una peligrosa bajada por un arroyo seco, angosto y lleno de piedras, una masía con su lugareño y un perro que nos ladra (gracias a Dios es no levanta un palmo del suelo)...

Y la llegada al destino tras dos horas y cuarto de caminata para un total de, calculo yo, ocho kilómetros.   Y nos espera  el bar del pueblo y su consiguiente bocadillo de "Bei con queso" y sobre todo una tercera persona (el "ya veremos") que se ha apuntado al desayuno y nos permitirá volver en coche de nuevo a La Llacuna (teníamos previsto coger un autocar para retornar a casa)

Y una sensación de orgullo por haber realizado una hazaña (al menos para un servidor sedentario por naturaleza en sus últimos tiempos).

"¿Qué tal?", me preguntan sorprendidos los que se enteran de tan deportiva como extraña actividad para un servidor.

"Pues bien, no me he cansado demasiado y no me duele nada, eso sí, me noto el culo un poco prieto, más duro de lo habitual..."

Y al día siguiente las funestas consecuencias. Y es que debo ser el primero en el mundo mundial que tiene:

AGUJETAS EN EL CULO

Si es que lo que no me pase a mí...