Verano cultural

Dado que a cualquier cosa se le llama verano y a cualquier actividad se la etiqueta como cultural (*), os explicaré algunas de mis actividades al respecto durante las vacaciones. Son poquitas pero ahí van algunas propuestas que han servido para matar las horas muertas estivales.

La plaça del Diamant (Mercé Rodoreda). El típico libro que te observa durante décadas en la librería y nunca te decides. Referente de la literatura catalana a partir de su publicación, 1962. Narra la vida de Natalia, una joven en la postguerra que en Barcelona se deja llevar por las circunstancias para salir adelante en esos tiempos difíciles. Una heroína atípica que Mercé Rodoreda es capaz de y convertirla en historia de la literatura. La obra fue llevada al cine y tuvo su serie de televisión, allá por los años 80 protagonizada por Silvia Munt.

Niebla (Miguel Unamuno). Más de lo mismo, ese libro que parecía olvidado me llamó y acerté atendiendo “su solicitud” de ser leído. Y de nuevo esa sensación de “¿por qué habré tardado tanto en leerlo?”. Brillante novela de Unamuno reflexionando sobre el obnuvilamiento que nos producen sensaciones tales como el amor y la muerte, que es como una niebla que aturde nuestras “entendederas”. Brillantes e inolvidables capítulos finales de diálogo entre el propio Unamuno y el protagonista de la “nivola” Augusto

16 calles. Protagonizada por Bruce Willis. La típica película sin más de poli decrépito que consigue ser héroe esta vez por llevar a declarar a un simpático negro que lucha por reformar su disoluta vida delictiva. Sólo para pasar el rato.

Aeonflux. Protagonizada por Charlize Theron. Mala, mala, entre que no me gusta el género y que la trama más que desarrollarse se precipita…Totalmente prescindible (incluso para amantes de la ciencia ficción con heroína luciendo tipo).

Una canción del pasado, con John Travolta y Scarlett Joahansson. Una atípica película muy recomendable, donde brilla Travolta. Una herencia obliga a convivir a una joven y dos borrachos bohemios/intelectuales que luchan por sacar adelante una obra literaria.


Across the Universe. Película musical. Dispar: Buen musical y película justita. La necesidad de supeditar la película a las canciones de los Beatles hace que la trama se vea perjudicada. Aun así la recomendaría.

Diamantes de Sangre. Protagonizada por Leonardo DiCaprio. Buena película que en ocasiones parece que se supedite a la estrella protagonista. También recomendable con ese único pero.

El viaje de Chihiro. Película de manga. La reticencia inicial a la visión, no me gusta, en general, el cómic ni el manga, rápidamente se disipó. Peliculón pleno de imaginación, sentimiento, magia… Me dio la sensación de ver el Mago de Oz en cómic pero con las ventajas del lenguaje del manga, que bien manejado puede ofrecernos maravillas como ésta.

Shutter Island, de Martin Scorsese, protagonizada por DiCaprio. Película desigual, bien dirigida y con planos interesantes se pierde en un guión enrevesado. Más de lo mismo, parece rodada más para lucir una buena interpretación de DiCaprio que para ser una buena película.

Bon appétit: protagonizada por Unax Ugalde. Como diría Pumares “una peliculita”, sin más pretensión de ser agradable de ver. No me acostumbran a desagradar este tipo de propuestas que sin ser nada del otro mundo no pretenden más que eso. Reflexión desigual sobre el amor y la amistad. Un aspirante a gran cocinero se enamora de la sumiller del prestigioso restaurante en el que trabaja.

La red social. Historia de la red social facebook, me recordó a Piratas de Sillicon Valley. Destacable el basarse en hechos reales y su ritmo narrativo. Intrigas de universitarios para ser “los reyes del mundo” en este caso a través de la creación de facebook por parte de Mark Zuckerberg (Jesse Eisenberg) eje central del film (y el mérito del mismo).

Invictus, otra buena película de Eastwood, deporte y política en Sudáfrica siguen caminos paralelos en la superación del apartheid. De vez en cuando es agradable saber que “qué bello es vivir”.

Pues este ha sido el poco ejercicio que mis neuronas han realizado durante este corto periplo vacacional.

(*) También me comí un chorizo, pero, como no sé si catalogarlo como cultura gastronómica, lo dejo ahí.