Desahogo personal

Por qué coño cada año se acaba la tinta de la impresora el último día de trabajo

Mandan güevos, y ahora a comprar tinta y perder media hora de preciosas vacaciones

Mecago en tó lo que se menea.

Y aparte de esto os deseamos, si es el caso, que paséis las vacaciones más felices de vuestras vidas. Y si trabajais, que os embargue, igualmente, la dicha cada instante que respiréis.

Un libro

Ana Karenina

Lev Tolstoi (1877)

Otro anuncio de Renault Clio

Pues eso, que también me gusta este anuncio, y para no repetirme....

Canciones que se parecen (3)

Es curioso lo que se pueden parecer y bla bla bla....

Los Pecos: Hablamé de ti (estribillo 1' 15'')

Andy y Lucas: Una chica normal (estribillo 1' 12'')

Anuncio Renault Clio

Me encanta este anuncio.

Parece que el estilo Gomaespeuma (véase anuncio Ford Connect) está de moda:

Un disco

El Corazón (1997)

Steve Earle

* Christmas In Washington
* Taneytown
* If You Fall
* I Still Carry You Around
* Telephone Road
* Somewhere Out There
* You Know The Rest
* N.Y.C.
* Poison Lovers
* The Other Side Of Town
* Here I Am
* Ft. Worth Blues

El polo de mi vida

Ayer me comí un Drácula. Vaya pedazo de polo. Hace al menos 30 años que todos los veranos como Dráculas. Al principio, de una forma natural, porque era lo que tocaba, a esa edad y en verano. Ahora quizás por que cualquier año de estos lo quitan del cartel de Frigo, y siempre me quedaría la pregunta de "¿porque no pasé más tiempo con él cuando todavía estaba vivo?".

El Drácula se ha mantenido durante años sin evolucionar, al contrario de lo que hicieron los cucuruchos/frigolines/cornetos/cuores/... , y sin desaparecer, como lo han hecho el frigurón, el frigopié, o el capitán cola (algún día le dedicaré un post al segundo mejor helado de la historia).

El Drácula sigue vivo. Por algo será:
fresa, vainilla-que-se-derrite-si-no-corres, y cola por encima. El mejor helado del mundo.

Me trae recuerdos de verano. De pequeño, durante la época estival, me iba al bar del pueblo regentado por "el Pere", me postraba con mis 35 pesetas (o lo que costara ese verano) a la izquierda del todo de la barra, donde estaba el frigorifico con los helados y el cartel del verano con los polos de la temporada y sus precios. La cosa solía ir entre el capitán cola y el drácula. Sería la época del Naranjito. También consumía Dráculas en la picina, regentada por "el Macà". La piscina, tan distinta a como es ahora. Creo que en esa época la piscina del pueblo era en blanco y negro, o como mucho en color desteñido de los 80. Recordar este helado me trae recuerdos de la infancia, y creo que por eso lo sigo y seguiré consumiendo verano tras verano mientras dure.

Otra cualidad que tiene es que durante otoño, invierno y primavera ni me acuerdo de él. Sólo en verano. Es más que un polo. A poco que dure 30 años más, habrá sido el rollo de verano de toda mi vida. Larga vida al Drácula!

Tres buenos inicios

Son tres buenos inicios para tres grandes novelas.

Son principios archifamosos y reconocidos por todos como de los mejores en la literatura universal.

Los pongo porque he tenido la suerte de leer las tres obras y esos buenos inicios no desmerecen en absoluto la calidad del resto de la obra.

Ana Karenina (Leo Tolstoi):

"Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera"

Orgullo y Prejuicio (Jane Austen):

"Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa."


Historia de dos ciudades (Charles Dickens):

"Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación"

Una película

Ser o no ser
Ernst Lubitsch (1942)

DURACIÓN: 99 min.
DIRECTOR: Ernst Lubitsch
GUIÓN: Edwin Justus Mayer
MÚSICA: Werner R. Heymann
FOTOGRAFÍA: Rudolph Maté (B&N)
REPARTO. Carole Lombard, Jack Benny, Robert Stack, Stanley Ridges, Felix Bressart, Lionel Atwill, Sig Ruman, Tom Dugan, Charles Halton, George Lynn
GÉNERO: Comedia

Alice in Chains: (Razzmatazz - 6/7/2010)

Como ya dije hace unas semanas, me esperaba un atracón de Alice in Chains en la Sala Razzmatazz, así que voy a explicar un poco como fue la cosa...

Con buen ambiente aunque sin llegar al "sold out" (yo calculo que unas 1200 personas), Alice in Chains se presentaron ante los fans sin aspavientos, arrancando con temas de su último trabajo "Black Gives Way to Blue". Nada de set-list nostálgico... a lo que les ocupa.

Con un sonido sorprendéntemente bueno (al contrario que en Megadeth un mes antes), fueron repasando el álbum, insertando temas clásicos como "Down in a Hole" o "Again", pero con una clara intención de seguir adelante.

Y eso fue una clara muestra de su buen estado de forma (no muchos grupos pueden presentar su último disco casi al completo sin decepcionar al personal), ya que temas como "Check your Brain", "All Secrets Known" o "Your Decision" no dejaron a nadie indiferente. Y el público se entregó totalmente.

Jerry Cantrell, Sean Kinney y Mike Inez siguen siendo infalibles en directo, y quizá la duda era ver como se iría adaptando William DuVall al conjunto... Y ya no hay dudas sobre ello.

El nuevo vocalista (y guitarrista) ya no tiene que demostrar nada, ya que se presentó (ya vino hace tres años, pero era una gira de reunión) con unos registros espectaculares y demostró ser versátil a más no poder. No valen las comparaciones con el malogrado Layne Staley pues son completamente distintos, pero en mi humilde opinión, el grupo ha salido ganando.

Temas más pausados como "Black Gives Way to Blue" dieron paso a los bises, donde llegaron al clímax final con la grandiosa "Man in the Box"... Una gozada!!!

En definitiva, si ellos quieren, podemos tener Alice in Chains para rato. Han pasado página y lo han hecho con mucha clase... que siga el espectáculo!!!

Próxima estación: Ben Harper & Relentless7 en el Festival Cruïlla en el Forum...

En bandeja de plata (Billy Wilder)

AÑO: 1966
DURACIÓN: 125 min.
DIRECTOR: Billy Wilder
GUIÓN: Billy Wilder & I.A.L. Diamond
MÚSICA: André Previn
FOTOGRAFÍA: Joseph LaShelle (B&N)
REPARTO: Jack Lemmon, Walter Matthau, Ron Rich, Cliff Osmond, Judi West, Lurene Tuttle, Harry Holcombe, Les Tremayne, Lauren Gilbert, Marge Redmond, Noam Pitlik, Harry Davis, Ann Shoemaker

Un cámara de televisión es arrollado por un jugador de fútbol americano; aparentemente no tiene secuelas pero su cuñado, un picapleitos de la peor calaña, le convence para que simule graves lesiones y así poder sacar un buena indeminización de la compañía de seguros.

Jack Lemmon, la víctima, luchará contra su conciencia que le dicta ser honrado y su ansia de recuperar a su ex mujer, que vuelve a sus brazos ante la posibilidad de tocar dinero.

Es la lucha del bien (Jack Lemmon y el jugador que le arrolla) contra el mal (el cuñado abogado y la ex de la víctima, que no están dispuestos a todo por sacar tajada)

Jack Lemmon se somete a la balanza: en un plato: el jugador, que se siente culpable del accidente, va a la deriva víctima de los remordimientos en otro el dinero y la posibilidad de recuperar a su ex de la que continua enamorado.

Ésta fue la primera colaboración de Jack Lemmon y Walter Matthau, la química fue inmediata. Jack ya era una estrella y Walter sólo tenía cierto renombre en Broadway. Aún así el mejor papel fue para el segundo, sin que Jack se sintiera celoso (su papel, postrado en una silla de ruedas, era menos agradecido). Tanto fue así que Walter ganó el Oscar de ese año como actor de reparto.

Hablar de una película de Wilder es hablar de un guión redondo, no en vano Billy fue director básicamente para que sus guiones no fueran destrozados por el director. Así los diálogos son típicos de Wider, llenos de humor, ironía, mordaces,... Un ejemplo de ello es cómo se rie de sí mismo Billy cuando el detective del seguro explica los adelantos técnicos usados para espiar y descubrir el fraude y concluye "y con cámara en technicolor" (Wilder sólo había hecho una película en color hasta entonces), luego tras el fracaso de la investigación los abogados del seguro le recriminan al detective su derrota enfatizando de nuevo ese "en technicolor".

Otra frase genial:

"el matrimonio es como el ejército, todo el mundo reniega de él, pero te sorprendería ver cuántos se reenganchan"

Cuando faltaba poco para acabar la película Walter sufrió un infarto y se retomó el rodaje dos meses después, el actor había perdido 17 kilos, en una escena le vemos subir una escaleras y luego, ya dentro de casa vemos a esa misma persona con 17 kilos menos. Es curioso porque ya en Bésame tonto tuvo que sustituir a Peter Sellers por Ray Waltson por la misma causa.

Una comedia de Wilder muy recomendable, que sin llegar al nivel de El Apartamento supone el descubrimiento del binomio Lemmon/Matthau, que no es poco.

Un cuadro

La rendición de Breda
Diego Velázquez (1634)

Qué mal baila, la jodía

Las modas son así, lo más in es lo que más pronto se ve desfasado hasta caer en el ridículo. Es posible que el baile de la chica del video estuviera considerarado como original, innovador,... Pero lo cierto es que a día de hoy... no hay palabras para describirlo.

No quisiera verme por un agujerito en aquellos tiempos y los bailoteos que nos marcábamos en las discos. Seguramente el efecto sería el mismo. Aunque, ahora, que pienso, no hace falta remontarme en el tiempo para ello, si me diera por bailar en cualquier reunión la sensación no variaría (gracias a Dios ya he abandonado tan saludable hábito).

Los Zombies - Groenlandia

Perdona, es que te he confundido

Es la frase recurente que pone fin a equívocos varios. Quién no ha saludado a un desconocido en la calle convencido de que era otra persona. Son situaciones habituales, equívocos más o menos embarazosos en función del aprieto en que pongas al inocente receptor del saludo errado.

Cruzarte con alguien y a lo lejos reconocerlo afín, alzar el brazo y a medida que se acerca el objetivo ver que te has confundido y disimular el incipiente gesto inicial de alzar la mano en modo de saludo para transformarlo llevando la mano elevada a la oreja en un simple "me rasco la oreja porque me pica, y tú que miras". Es una confusión, pero inocua en sí misma

Pero en ocasiones este equívoco adquiere otra dimensión más enojosa para el interlocutor:

En cierta ocasión vagaba por las calles de Barcelona cuando un coche parado en un semáforo llamó mi atención. "Cáspita, si es el Juanan". Peugeot blanco y anatomía del conductor afín a la del personaje reconocido. Nada más lejos de la realidad, pero aún no me había percatado. El presunto Juanan no advierte mi presencia (obviamente ya que no es él) y aprovecho esta tesitura para saludarle a la vez que le doy una sorpresa, un pequeño susto. Me acerco con cierto sigilo, el semáforo sigue en rojo, el Peugeot blanco parado, el presunto Juanan empanado sin reconocerme (quién me iba a decir que el empanado era yo) y sin mediar gesto ni saludo previo golpeo con cierta violencia el capó del coche causando tal estrépito que sorprendo al conductor. El falso Juanan (ahora he advertido mi error) alza la vista asustado a la par que sorprendido. Tierra trágame, que no es el Juanan. Adivino que el rubor se apodera de mi rostro y alzo las manos a modo de plegaria para pedir perdón al falso Juanan.

"Perdona, es que te he confundido"

Y pongo pies en polvorosa para no tener que hacer frente a tan violenta situación. Cómo habrá reaccionado el infortunado conciudadano. Se habrá quedado atónito sin saber cómo reaccionar, se habrá enojado hasta el punto de increparme y/o insultarme. Quién sabe, ya estoy lejos da allí recordándome a mí mismo lo zoquete que he sido.

Sin duda, ha sido una situación incomoda, el único consuelo es que no soy ni el primero ni el último que la ha cagado de este modo, ¿o sí?

Un libro

Vida de Pi


Yann Martel (2003)