Se trata de la historia del estudiante Adam Walter y su extraña relación con un acomodado profesor Rudolf Born y un desgraciado incidente que los separa y enemista: el apuñalamiento de Rudolf, con Adam de testigo, de un atracador que les amenazaba con una pistola.
A partir de aquí se crea, a través del relato de la vida Adam, una tensión narrativa basada en la posible veracidad de lo que nos cuenta Adam con su interacción con los restantes protagonistas de la historia, su hermana, Margot (la amante de Rudolf), Cécile y la madre de ésta (que se convertirá en posible futura esposa de Rudolf)
Quién miente, quién tiene razón, quién será el verdadero “malo” de la historia. Son temas que sin planteársenos directamente en el relato sí van tomando forma en nuestro interior a menudo que avanzamos en la lectura.
Esta es la grandeza y la “miseria” del libro. Cómo llegamos a plantearnos esta veracidad sin que el autor nos exponga directamente tal planteamiento.
No obstante le falta fuerza en muchos momentos pues el planteamiento que describo es demasiado sutil y creo que nace demasiado avanzado el libro.
El relato estilísticamente esta compuesto por tres partes, una narrada en primera persona, la siguiente en segunda persona y la última en tercera persona, al margen del final que vuelve a la primera persona a través de un diario personal, pero ya el punto de vista no es del protagonista Adam Walter sino de Cecile (el personaje que pone la coherencia). Este recurso narrativo no creo ni que mejore ni empeore la opinión que me ha dejado la lectura de Auster, es simplemente eso, una forma de contar la historia que implica un poco más al lector en ella.
El cortejo de Adam a Cecile plantea la primera duda sobre la veracidad de los hechos que relata pues pone en entredicho la entereza y justicia personal del propio protagonista. A partir de aquí lo dicho, ¿quién es el bueno? ¿Quién es el malo?...
Al final la madeja se desenrolla y parece que las cosas quedan bastante claras pese a algunos flecos paralelos a la historia principal. El personaje de Cecile, a través de su diario personal, es la que pone luz en estas tinieblas que verdad-mentira que plantea continuamente Auster en su narrativa. Porque al fin y al cabo la verdad es en ocasiones Invisible, y siempre subjetiva
¿Dónde está la verdad?, ¿somos justos en nuestros juicios?, ¿nuestras decisiones son tomadas con todos los elementos de juicio suficientes?, ¿sojuzgamos a los demás?, ¿somos consciente que podemos estar errados en nuestros dictámenes?,… Son reflexiones que me he replanteado tras leer Invisible de Paul Auster, una obra de rápida lectura, interesantes planteamientos pero que me he quedado con la sensación de que podía haber llegado algo más allá. No me ha decepcionado, pero sí que considero que podría haber subido un peldaño más.
A partir de aquí se crea, a través del relato de la vida Adam, una tensión narrativa basada en la posible veracidad de lo que nos cuenta Adam con su interacción con los restantes protagonistas de la historia, su hermana, Margot (la amante de Rudolf), Cécile y la madre de ésta (que se convertirá en posible futura esposa de Rudolf)
Quién miente, quién tiene razón, quién será el verdadero “malo” de la historia. Son temas que sin planteársenos directamente en el relato sí van tomando forma en nuestro interior a menudo que avanzamos en la lectura.
Esta es la grandeza y la “miseria” del libro. Cómo llegamos a plantearnos esta veracidad sin que el autor nos exponga directamente tal planteamiento.
No obstante le falta fuerza en muchos momentos pues el planteamiento que describo es demasiado sutil y creo que nace demasiado avanzado el libro.
El relato estilísticamente esta compuesto por tres partes, una narrada en primera persona, la siguiente en segunda persona y la última en tercera persona, al margen del final que vuelve a la primera persona a través de un diario personal, pero ya el punto de vista no es del protagonista Adam Walter sino de Cecile (el personaje que pone la coherencia). Este recurso narrativo no creo ni que mejore ni empeore la opinión que me ha dejado la lectura de Auster, es simplemente eso, una forma de contar la historia que implica un poco más al lector en ella.
El cortejo de Adam a Cecile plantea la primera duda sobre la veracidad de los hechos que relata pues pone en entredicho la entereza y justicia personal del propio protagonista. A partir de aquí lo dicho, ¿quién es el bueno? ¿Quién es el malo?...
Al final la madeja se desenrolla y parece que las cosas quedan bastante claras pese a algunos flecos paralelos a la historia principal. El personaje de Cecile, a través de su diario personal, es la que pone luz en estas tinieblas que verdad-mentira que plantea continuamente Auster en su narrativa. Porque al fin y al cabo la verdad es en ocasiones Invisible, y siempre subjetiva
¿Dónde está la verdad?, ¿somos justos en nuestros juicios?, ¿nuestras decisiones son tomadas con todos los elementos de juicio suficientes?, ¿sojuzgamos a los demás?, ¿somos consciente que podemos estar errados en nuestros dictámenes?,… Son reflexiones que me he replanteado tras leer Invisible de Paul Auster, una obra de rápida lectura, interesantes planteamientos pero que me he quedado con la sensación de que podía haber llegado algo más allá. No me ha decepcionado, pero sí que considero que podría haber subido un peldaño más.
muchas gracias por esta introduccion a este libro haber si puedo conseguirlo, saludos
ResponderEliminarMe váis a arruinar!!!!! llevo con el click de si lo compro o no lo compro,añado a la cesta o no lo añado...y ahora,ya me entran las ganas de hacer que sí,al carrito!
ResponderEliminarYa no sé si compro porque me digan que ha gustado,si porque haya decepcionado,si por llevar la contarria,si porque tengo un problema de adicción jijijijijijiji
Ya te contaré...pillarlo lo pillo,seguro...
Aaaaaaaaachuchones!!!!
Gracias a tí mi lista de libros pendientes para leer se está haciendo infinita ;) Por cierto las Uvas de la Ira cada vez me gusta más, que pena no disponer de tiempo para leer más a menudo.
ResponderEliminarSaludos
Bueno, veo que todos nos quedamos con la duda, no de quién es el malo, sino de si la segunda parte es verdad o no. De todas maneras, sea o no cierto, tampoco podemos juzgar, puesto que ambos son adultos y nadie les obliga, pero...
ResponderEliminarAuster es una de mis debilidades. Invisible me gustó, aunque no es uno de mis favoritos.
ResponderEliminarBuenas reflexiones las que te has planteado tras leer el libro.Yo creo que todos juzgamos a los demás, y la mayoría de veces sin conocimiento de causa. La naturaleza humana, supongo.
Un abrazo.
Maria Cristina: si cae en tus manos al menos ya sabes un poquito más del libro
ResponderEliminarFeliz semana
India: tú dale al click y añade y luego le das al click y vuelves a añadir,... que el carrito no lo llenarás, ya sabes, el saber no ocupa lugar. Y si no que te lo dejen, y a leeeeer
ResponderEliminarUn abrazo
Sí es lo que parece, espero que nuestros gustos coincidan, y si no ya sabes, a no hacerme caso y ya está. Me alegro que avances con las uvas de la ira, lo importante en la lectura es ser constante, aunque sólo puedan ser 10 minutos al día
ResponderEliminarSaludos
Isi: lo importante es el tema que plantea, el final no tanto, es un poco como Instinto básico, interpretación abierta para que recapacitemos sobre el tema de la Verdad
ResponderEliminarSaludos
hécuba: de Auster me parece que sólo he leído EL libro de las Ilusiones, recuerdo que me gustó pero ahora mismo ni recuerdo de qué iba. O sea que no caló demasiado en mí (o que pierdo neuronas y no me acuerdo de ná). Qué razón tienes en los prejuicios, a menudo nos hacen ser injustos
ResponderEliminarUn abrazo
Pues yo sólo he leído Un hombre en la Oscuridad...y cierto lo de los prejuicios,y me collejeo solita,que tardé en acercarme a Auster y me mosqueé mucho conmigo misma,porque me gustó mucho la novela,la trama,la redacción,los entrelíneas...No quiere esto decir que ahora me vaya a gustar todo lo que escriba,ya...pero cierto lo de los prejuicios,sí...mea culpa.
ResponderEliminarAchuchones...click a la cesta hecho,Sese...me gusta tenerlos para releer aunque sean sólo los párrafos que se me marcan especialmente...a la estantería para conmigo siempre!
India: pues hablando de prejuicios estoy leyendo Orgullo y prejuicio, el sábado la daban en la tele y no la pude ver porque estoy en el libro, qué mala cosa los prejuicios, y si se juntan con el orgullo, ya ni te digo (otro click para la cesta)
ResponderEliminarUn abrazo
Ése ya lo teeeengooooooo jijijijijijijijiji y la peli...píllatela cuando puedas...qué bonita,sese...me encantaría haber vivido una época y un amor así jijijiji bueno,pero que hubiera coches,ollas a presión de las rápidas,lavadora...jijijijijijijijijiji
ResponderEliminarAaaaaaaachuchones!!
India: pues la peli la han estado dando en canales de cable repetidamente este último mes y el sábado en tve; y cuando me acabe el libro, seguro que no la volverán a emitir, la ley de Murphy. Sí una bonita época que con la termomix (algo más baratita que ahora) hubiera sido bonito vivirla.
ResponderEliminarUn abrazo