Felicidades Naranjito

Hace 30 años que empezó el Mundial de Fútbol de España 1982.

Fue la puesta de largo de su discutida mascota, Naranjito. Poco recuerdo de esa época pero sí que hubo controversia al respecto sobre el estilismo  anticuado de la simpática mascota.

Ganó la batalla de auparse con el título de mascota a un toro con cuerpo de balón (Toribalón) y a un torero llamado Brindis con estética "continuista" que recordaba al Gauchito (mascota de Argentina '78).

Hasta se convirtió en una estrella televisiva a través de la serie de dibujos animados Fútbol en Acción donde Naranjito compartía estrellato con el resto de su pandilla que, cómo no, eran todas frutas (Clementina, Citronio,...) y algún que otro malvado (Zruspa).

Y le siguió el correspondiente merchandising, llaveros, pelotas, toallas, camisetas, ceniceros, platos, dados, cámaras de fotos... Incluso este que escribe tuvo un cortauñas naranjito que vete a saber dónde acabó.

Y con el paso del tiempo se le ha tomado carió a la mascota, quién sabe si empezamos a quererla como aquella madre que estima a su niño feo, tonto y poco a poco ese amor compasivo se tornó en admiración hasta llegar a nuestros días que Naranjito es poco menos que un referente estético casi de diseño.

Y pasaron 10 años (que parecen más) y Barcelona acogió los JJOO y con ello el nacimiento de una nueva mascota: Cobi (y Petra con los Paraolímpicos), fea donde las haya. Un nuevo estilismo, un paso adelante en el mundo de las mascotas : naranjas del a china. Naranjito era feo pero se le cogió cariño, en cambio Cobi, ni eso.

Y han pasado 20 años más (que parecen muchos menos) y hoy Naranjito vuelve a estar de moda: se vuelven a ver camisetas de Naranjito medio homenaje a aquella década fantástica de los 80, medio homenaje al lado kitsch del diseño tan poco pretencioso y se me antoja que efectivo.