O al menos uno de los peores que he visto. En la web del periódico El Mundo Deportivo he descubierto esta curiosidad. Lo sorprendente, al margen del piscinazo en sí, es que se produce en la liga inglesa, donde toda simulación es muy mal vista y acostumbra a ser reprendida incluso por los propios compañeros de equipo.
El jugador es Morten Pedersen y su equipo, el Blackburn Rovers, se enfrentaba al Arsenal.
Y encima, después de su pésima actuación, reclamó su Oscar particular en forma de penalty...
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Diu la teva