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domingo, 5 de abril de 2015

Vestir canciones: Serrat vs Los Enemigos



El  proceso de creación de una canción supongo que empieza con alguien sentado al piano, o con una guitarra en mano. Letras y acordes formarán la canción desnuda, sin atavíos ni adornos que nos predispongan juzgarla y/o condenarla por su vestuario.

Y en este estadio, al menos que el creador sea nefasto, las canciones son en su mayoría buenas creaciones o cuanto menos aprovechables, o "salvables"

Luego llegará el proceso de instrumentalizar y darle forma a esa desnudez, vestir a la tonada para la ocasión, y es entonces donde pasará por el cedazo de los gustos musicales de cada cual, esa criba que hará que la desechemos por demasiado melódica, que si no me gusta el pop, el tecno, el rock....

Y es que seguramente según como nos vistan a esa canción la encontraremos más afín o menos a nuestros gustos.

Muchos son los ejemplos que podemos encontrar como canciones que no nos gustan pasadas por las manos de artistas afines nos parecen incluso buenas, quien sabe si temas de Georgie Dann versionado por Iggy Pop, por ejemplo, alcanzarían incluso la categoría de canción aprovechable, jajaja, ¿quién sabe?

Y en este caso nada mejor que la canción de Serrat Señora versionada por Los Enemigos para darnos plasmar esta reflexión.

A mí Serrat me gusta, prefiero otras "formas de vestir las canciones", pero hay que reconocer que el de Poble Sec es uno de los mejores autores contemporáneos.

Y para quien no le guste el músico catalán, que lo encuentre demasiado "cantautor", que le guste algo más contundente le invito a que descubra la versión de Los Enemigos.






Letra Señora de Joan manuel serrat
Ese con quien sueña su hija,
ese ladrón que os desvalija
de su amor, soy yo, señora
Ya sé que no soy un buen yerno,
soy casi un beso del infierno
pero un beso, al fin, señora

Yo soy ese por quien ahora
os preguntais por qué, señora,
se marchitó vuestra fragancia,
perdiendo la vida, mimando su infancia,
velando su sueño,
llorando su llanto
con tanta abundancia

Si cuando se abre una flor,
al olor de la flor,
se le olvidala flor

De nada sirvieron las monjas,
ni los caprichos y lisonjas
que tuvo a granel, señora
No la educo, ya me hago cargo,
a un soñador de pelo largo,
¿qué le va usted a hacer, señora,?

Si en su reloj sonó la hora
de olvidar vuestro hogar, señora,
en brazos de un desconocido
que sólo le ha dado un soplo de Cupido
que no la hizo hermosa
a fuerza de arrugar
y de años perdidos

Si cuando se abre una flor,
al olor de la flor,
se le olvidala flor

Póngase usted un vestido viejo
y, de reojo, en el espejo,
haga marcha atrás, señora
Recuerde antes de maldecirme,
que tuvo usted la carne firme
y un sueño en la piel, señora














A partir de lo cual  podemos reflexionar si hay canciones buenas o malas o depende todo del traje que le pongas a la desnudez de las notas primigenias de la tonada.

Vamos que es como si esa hermosa chica se haya vestido a la mañana para ir modosita al trabajo y luego, ya de noche, luzca sus galas más atrevidas para salir de fiesta a comerse el mundo, ¿no?


6 comentarios:

  1. jajajjaj.. me quedo con la segunda!!!!!!!!!!!

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    1. suguspiña: vamos, el lado más salvaje de la canción!!!

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  2. Pues sí, yo también me quedo más con la segunda y eso que soy una admiradora del "noi del Pocle Sec"
    besitos.

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    1. Montse: es una muy buena versión de una muy buena canción de un muy buen autos, vamos, todo muy bien!!

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  3. Con la primera, sin duda.
    En éste caso me quedo con la esencia por encima del recipiente.

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    Respuestas
    1. pseudosocióloga: en mi caso va a días, o a momentos

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