Objetos en desuso: la bolsa del pan

Pues me da que ha caído en el olvido la bolsa del pan. Esa con la que muestras madres nos cargaban para realizar la ardua tarea, la esencial misión diaria de ir a buscar el pan.

Además coincidía que era de las primeras responsabilidades que de niño teníamos y que desarrollábamos con argullo pues nos acercaba un poquito más al anhelado mundo de los adultos (ay, qué ignorantes éramos de la crueldad del mismo).

"Tráeme una de medio y una de cuarto"

"Te doy el dinero justo"

"Fíjate bien que te han de devolver x pesetas de cambio"

Y con frases similares nos abandonaban nuestros mayores a tal quehacer vital para la supervivencia diaria del núcleo familiar.

Y una vez en la calle. En el breve trayecto que nos separaba de la panadería (antes habían menos y por tanto algo más alejadas de casa) introducíamos nuestras manitas en la mencionada bolsa de tela y nos cruspíamos las migas de días atrás o incluso algún palo de pan que quedaba dentro.

Hasta que llegábamos al horno y cumplíamos nuestra complicada tarea y volvíamos al hogar orgullosos del éxito de nuestra labor.

Y voy por la calle y ya no veo las mencionadas bolsas de pan. Ahora un papel, una bolsa de plástico, o el carrito de la compra son los receptáculos más comunes que alojan el alimento de uso diario. Y a veces ni eso, que lo congelamos y nos dura algunos días.

Esperemos que vuelva la costumbre de su uso y desplace a materiales más contaminantes como el plástico o más crueles con el medio como el papel.