Pues ese pensamiento me invadió días atrás en unos grandes almacenes.
Realicé una compra a primera hora de la mañana y requería de factura. Así que tras informarme al respecto acudí a la oficina habilitada para tal menester.
Un joven, sin duda en su primer contrato, me atendió, "necesito una factura de esta compra", "deme usted el ticket de compra, por favor". Así lo hice y me dispuse a que el empleado cumpliera con tan rutinario cometido.
A esa hora no había cola y el operario se tomo la tarea con calma, pero sin pausa. Encendió el ordenador, introdujo los datos fiscales que le indiqué...
Y ahí me dio por divagar con mi interioridad, es decir visité la luna de Valencia y estuve en la parra unos momentos.
Y volví a prestar atención, observé que el joven se disponía a cargar la impresora con papel. Se conoce que se le había acabado. No se aclaraba y tras pedir ayuda a una compañera de oficina consiguió su objetivo. No tardó mucho, por otra parte yo no tenía prisa (ni él), ni había gente que atender tras mi gestión.
Volví a mis pensamientos abstractos, vamos que me volví a despistar hasta que fui requerido por el joven.
Y tras cargar de papel la impresora el joven volvió a sus obligaciones para conmigo. Y aquí mi sorpresa, mi asombro, quedé epatado. Y es que la factura ya estaba en la mesa. Es decir se le había acabado el papel DESPUÉS DE IMPRIMIR MI DOCUMENTO, y al lúcido empleado no se le ocurre otra cosa que cambiar el papel antes de atenderme. Sólo le faltaba sellar la factura e introducirla en un sobre antes de acabar conmigo.
Pero no, el lúcido empleado, no reparó en ello y atendió antes los requerimientos en forma de papel de la máquina que los míos en forma de "séllame el papel y me iré".
Recapacité al respecto con una sonrisa en la cara y deduje que no había mala intención en la demora, vamos que el chaval no daba para más.
No me extrañaría que dentro de unos años esté de jefecillo.
"Y ES QUE ES DE SER INÚTIL"
Mi dios, si es como dice un amigo mío, el 95% de la gente es idiota. Y entre ese 95% está el 90% de los jefecillos, sin dudas.
ResponderEliminarSuerte que no estabas apurado.
Suerte que no tenías prisa, uff! Y bueno, por desgracia tienes razón, muchas veces acaban siendo jefecillos, no los más capacitados para trabajar, sino los más capacitados para quedar bien con quien "hay que hacerlo" y para lamer culos.
ResponderEliminarComo dice Ana Laura, suerte que no ibas con mucha prisa. :P
Yo hay veces que soy más benévola que otras con estas situaciones. La verdad es que en más de una ocación he pensado: "éste/a trabajando aquí y yo en el paro. Hay que joderse". Pero bueno, cuando no veo mala intención sino pura ineptitud o falta de rodaje suelo ser indulgente, jeje :P
ResponderEliminarsaluditos
Cuánto les cuesta a algunos comerciales ponerse en el lugar del cliente, cuando debería ser la esencia más elememtal de sus procesos de trabajo. Y luego organizan cursos carísimos de algo que deciden llamar "customer experience", para darle más importancia a la cosa.
ResponderEliminarPero quizás tampoco hay que cargarles demasiado las culpas al gremio comercial. La verdad es que eso de "ponerse en el lugar dle otro" no es, precisamente, el deporte nacional de este país.
Salud!
jajajaja menos mal que no tenías prisa!!!
ResponderEliminaryo a veces pienso que con tanto paro que hay... cómo hay tanta gente inútil con trabajo!
pero bueno, no seamos malvados tampoco, por fortuna tu estabas bien ocupado pensando en tus cosas ;) jeje
besos!
Pues eso, ya lo has dicho tu, inutil y cortito el pobre...
ResponderEliminarun beso!
¡Seguro! No hay nada mejor que ser un completo inútil para que no sepan dónde colocarte y acabes demasiado arriba en el escalafón laboral... Te cuento una anécdota. Hace años todo apuntaba a que me iban a ascender. Era la mejor, sin duda, y mi jefe ascendía, así que lo natural era que yo ocupara su puesto. Y después de muchas promesas un día me encontré con que había nueva jefa, una persona poco resolutiva, incapaz, llorica,... Vamos, una joya. El caso es que yo me pillé un rebote de los buenos, y uno de los súper-jefes me llevó a un despacho para tranquilizarme y hablar conmigo. Yo estaba que no veía ni oía del cabreo, así que tarde unos cuantos nanosegundos en entender lo que quería decirme: "había que dejar a un lado las redecillas personales". ¿Redecillas? ¡Rencillas! No sabía si echarme a reír o a llorar. Y es que estaba claro, en ese trabajo solo llegabas alto si eras analfabeto, no sabías hablar, eras un inadaptado social o un completo inútil. ¡Uff! Vaya rollo, ;) Beso!!
ResponderEliminarPudo ser peor, lo el papel le puede pasar a cualquiera, pero dejarte allí... Yo como siempre tengo prisa, lo estaría mareando con "¿ya está?, ¿ya está?"
ResponderEliminarNo dudes que llega a jefe seguro, como dice un amigo de mi padre "todo el mundo asciende hasta alcanzar el nivel más alto de incompetencia".
ResponderEliminarMare de deu senyor! con la de gente que hay en el paro...
ResponderEliminarPetons
Ana Laura: jajaja, parte de razón tendrá tu amigo, sin duda.
ResponderEliminarBesos
Sonix: al menos tienen la capacidad de esconder sus defectos y saber venderse a costa de quien sea.
ResponderEliminarSaludos
Lillu: supongo fdel día estas ineptitudes te afectan, te exaltan, te enfandan más o menos.
ResponderEliminarEn cualquier caso es cierto que a veces ves a cada uno en el mundo laboral que se te cae el alma a los pieses.
Saludos
No surrender: es que el tema no debiera ser de educación "comercial" si no de sentido común, aunque parece que se empeñan en que no lo tengamos. Así, en plan ceporros somos más manejables. En cualquier caso como dice aquél ;) no nos rendiremos.
ResponderEliminarSaludos
L87: quién sabe, quizá sólo tuvo un mal día. Démosle el beneficio de la duda.
ResponderEliminarBesos
Verillo: porque estaba despistadillo, si no seguro que le hubiera soltado alguna indirecta con ironía para que se diera cuanta de su ineptitud
ResponderEliminarBesos
Vir: es que el mundo laboral es muy complicado, no sólo es lo que vales, si no lo que demuestras que vales, demostrar que eres el mejor no implica un reconocimiento.
ResponderEliminarY es cierto, alucino de cuánta incultura hay en ciertas esferas laborales que la correcta ortografía, la buena dicción, la oratoria, el dominio de la lengua... debieran ser requisitos incuestionables.
Besos
Ruben: la verdad es que si me hubiera percatado del suceso en el momento en vez de andar divagando en mi interioridad es posible que me lo hubiera tomado de otro modo. Cuando me di cuenta el mal ya estaba hecho y ya había acabado la gestión, no valía la pena...
ResponderEliminarSlaudos
Doctora Anchoa: pobre chaval, lo estamos tratando ya de jefe que no merece serlo, de enchufado... jajaja cuando seguro que aún es el último mono del departamento, jejeje
ResponderEliminarSaludos
Celia: no quisiera ser tampoco injusto, jeje, quizá sólo fuera un mal día, o un mal momento. Si vuelvo a "tener tratos con él" ya estaré más atento a corregir su posible ineficacia, jajaja
ResponderEliminarPetons
Y cuantos hay así por estas tierras yankees...
ResponderEliminaren las nubes: en tierras yankees también?, pues todos dicen que es el modelo a imimtar, en fin.
ResponderEliminarbesos
Y a lo mejor hasta tiene un master y como tu dices solo por eso lo ponen de superior cualquier día. Desgraciadamente cada vez menos en las empresas se tienen en cuenta las aptitudes de los empleados y entre enchufismos e historias...
ResponderEliminar:-D
Cosillas y Cosejas: es que creo que se tiende a olvidar al empleado como persona y tratarlo y formarlo como una máquina, es más barato gastar recursos en programas que sustituyan las tomars de decisiones que formar personas que sepan apreciar la empresa para la que trabajan.
ResponderEliminarLos tiempos han cambiado, y para mal.
A ver si estabas tan en la luna de valencia que te dijo "Aquí tiene" y no te enteraste...
ResponderEliminarDigo yo, que mira que cuesta admitir que haya tanta inutilidad.
JuanRa Diablo: no, de eso estoy seguro, el tipo fue a la suya sin percatarse que podía acabar la gestión antes de cargar más papel a la impresora.
ResponderEliminarPero bueno, quizás fue sólo un mal momento, que parece que estamos crucificando al chico, jaja.
Saludos
CreatiBea: ya, pero el tema es que yo andaba despistado y no me percaté que ya había imprimido la factura, si no supongo que se lo hubiera dicho.
ResponderEliminarSaludos
Bueno vamos a pensar que no fue de mala fe... o que se le ha olvidad que el cliente es primero?.. Tal vez no te diste cuenta y te transportarte a una dimensión desconocida y al volverte invisible esperaba que regresaras y te materializaras para entregarte dicha factura, ja. ja.. Saludos.
ResponderEliminarÁngel: también cabe la posibilidad que el empleado me avisará para darme la factura y que yo estuviera tan despistado que no deparará en ello y que se fuera a cambiar el papel, aunque me da a mí que aún no estoy tan mal, jeje
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