4 de Enero, Domingo tarde, Barcelona 19:00 h y aquí el que suscribe se apresta a disfrutar del tercer enfrentamiento de Wild Card,
La ciudad de Miami no veía a su equipo en Postemporada desde 2002. El campo abarrotado y una ilusión por llegar a 2ª ronda prácticamente enfermiza. En frente un sólido equipo, sin fisuras, sin figuras también, un verdadero bloque granítico.
En Miami la defensa de los Ravens sentó cátedra, se postulo a la Superbowl desde la esencia del football, el juego de carrera y la defensa dura y agresiva. Solo atendiendo al dato de que la línea de defensa de los Ravens interceptó en cuatro ocasiones a Chad Pennington (10), una de ellas para anotación, se vislumbra claramente que fueron clave en la victoria..
El choque se intuía igualado ya que se enfrentaban dos filosofías bien distintas a la hora interpretar el juego. Por una parte Baltimore apoyado en una solvente y rocosa defensa y por el contrario Miami paradigma de juego ofensivo y de la profusión de big plays.
Miami que era la sorpresa de este año revertiendo su penosa temporada anterior donde solo fue capaz de ganar un encuentro, debía doctorarse en casa demostrando que sus variantes en ataque podían funcionar ante una de las mejores defensas de la liga.
Era el momento para comprobar si lo sugerido por el equipo de Miami durante la fase regular, era sólido o se desvanecería como azucarillo en leche caliente.
Las carta sobre la mesa, Bill Parcells como General Manager, había entregado el equipo al entrenador debutante Tony Sparano, y este apostó por un Quaterback en decadéncia como era Chad Pennington. Uno y otro tenían la hora y el momento de reafirmarse.
El Quarterback Chad Pennington no estuvo a la altura y tomo decisiones precipitadas asumiendo demasiado riesgo en pases a vida o muerte que no estaban justificadados. Le pudo la ansiedad. Venia de ganar el pase al Playoff en Nueva York ante los NY Jets de Bret Favre. Debéis saber que Chad Pennignton fue despedido de New York para hacer sitio a una leyenda como Favre y finalmente casualidades de la vida los dos debían dirigir sus respectivas escuadras frente a frente en el último partido de fase regular, con el acceso a los Playoff como premio. Ganaron los Dophins y desde ese momento Chad Pennignton, a quienes muchos ya asociaban al mito del patito feo que acaba convirtiéndose en cisne, vivió en un sueño del cual le despertaron a base de intercepciones los Baltimore Ravens.
Esta vez el sueño americano no funcionó, “de despedido a campeón” … otra vez será.
La ciudad de Miami no veía a su equipo en Postemporada desde 2002. El campo abarrotado y una ilusión por llegar a 2ª ronda prácticamente enfermiza. En frente un sólido equipo, sin fisuras, sin figuras también, un verdadero bloque granítico.
En Miami la defensa de los Ravens sentó cátedra, se postulo a la Superbowl desde la esencia del football, el juego de carrera y la defensa dura y agresiva. Solo atendiendo al dato de que la línea de defensa de los Ravens interceptó en cuatro ocasiones a Chad Pennington (10), una de ellas para anotación, se vislumbra claramente que fueron clave en la victoria..
El choque se intuía igualado ya que se enfrentaban dos filosofías bien distintas a la hora interpretar el juego. Por una parte Baltimore apoyado en una solvente y rocosa defensa y por el contrario Miami paradigma de juego ofensivo y de la profusión de big plays.
Miami que era la sorpresa de este año revertiendo su penosa temporada anterior donde solo fue capaz de ganar un encuentro, debía doctorarse en casa demostrando que sus variantes en ataque podían funcionar ante una de las mejores defensas de la liga.
Era el momento para comprobar si lo sugerido por el equipo de Miami durante la fase regular, era sólido o se desvanecería como azucarillo en leche caliente.
Las carta sobre la mesa, Bill Parcells como General Manager, había entregado el equipo al entrenador debutante Tony Sparano, y este apostó por un Quaterback en decadéncia como era Chad Pennington. Uno y otro tenían la hora y el momento de reafirmarse.
El Quarterback Chad Pennington no estuvo a la altura y tomo decisiones precipitadas asumiendo demasiado riesgo en pases a vida o muerte que no estaban justificadados. Le pudo la ansiedad. Venia de ganar el pase al Playoff en Nueva York ante los NY Jets de Bret Favre. Debéis saber que Chad Pennignton fue despedido de New York para hacer sitio a una leyenda como Favre y finalmente casualidades de la vida los dos debían dirigir sus respectivas escuadras frente a frente en el último partido de fase regular, con el acceso a los Playoff como premio. Ganaron los Dophins y desde ese momento Chad Pennignton, a quienes muchos ya asociaban al mito del patito feo que acaba convirtiéndose en cisne, vivió en un sueño del cual le despertaron a base de intercepciones los Baltimore Ravens.
Esta vez el sueño americano no funcionó, “de despedido a campeón” … otra vez será.
El partido no tuvo color y el variado y vistoso juego de Miami sucumbió ante el orden y la solidez de los Ravens, en realidad en este partido ni apareció. Baltimore propone un juego clásico, basado en la carrera primordialmente, y solo cuando la presión a la carrera es muy evidente, busca pases largos a su receptor estrella Derrick Mason(85). Ello quizá responde a que el coach John Harbaugh, apostó por un Qb “novato” como Joe Flacco(5) al que se protege diseñando un juego poco arriesgado, donde prima la limitación de los errores a la ejecución de arriesgadas pero espectaculares jugadas ganadoras. Baltimore gana desde su defensa, su juego es plomizo, pero esta roca de granito puede llegar a arrasar con todo.
Los visitantes anularon el juego terrestre de los anfitriones y obligaron a Pennington a cometer errores buscando pases aéreos imposibles, jugando con la excesiva ansiedad de este por ganar el partido.
Aunque Dolphins abrió el marcador con gol de campo de Dan Carpenter(5) (3-0), Baltimore igualó con su pateador Matt Stover(3) y comenzó una serie ofensiva terrestre sumado a una presión asfixiante sobre el ataque de Miami que se convirtió en una verdadera pesadilla para Chad Penington. Con ello Ravens se marchó al descanso con ventaja de sus adversarios (13-3).
En el tercer cuarto, Pennington siguió sufriendo el insistente acoso de la defensiva rival y por cuarta vez fue interceptado. La defensa de Baltimore forzó una pérdida de balón más cuando el runningback de los Dolphins, Patrick Cobbs(38), soltó el ovoide, luego de recibir un fuerte golpe de Marques Douglas(91) y que recuperó Terrell Suggs(55). Cuatro jugadas después de esto, los Ravens llegaban a la “red zone” y entonces la enésima carrera de Le’Ron McClain(33), proporcionó las ocho yardas que faltaban para poner el 20-3 en el marcador.
Fue en los inicios del último periodo cuando Pennington logró su primer pase de touchdawn en un envío de dos yardas a su corredor Ronnie Brown (23), pero Carpenter, el chutador, falló el punto extra, no era el día de los de Miami.
Al final la puntilla, el novato Qb Joe Flacco, al romperse una jugada, tomo la iniciativa, y demostrando que con confianza puede ser uno de los grandes, tomo el balón entre sus manos corrió y anotó el definitivo touchdawn que cerro la anotación del partido.
Allí quedaron totalmente aniquilados los de casa, en su campo y ante su afición.
Un partido demasiado plácido para unos y dramático para otros.
Con este resultado, Baltimore visitará el próximo sábado a los Tennessee Titans ...
¿Podrá el granito de Baltimore con el mejor equipo de la fase regular? la respuesta este Sábado dia 10.
Miami Dolphins 9 - Baltimore Ravens 27
Merendaste comida china? A mi me gusta merendar comida china.
ResponderEliminarLao Zhang