Seguidor@s de Embolica (Hazte seguidor/a)

domingo, 19 de enero de 2014

Amores y desamores


Una vez más desayunando he sido testigo involuntario de una conversación que no me pertocaba.

En este caso adivino que eran dos adolescentes (se sentaron tras de mí y no pude verificar esta sentencia) que hablaban de amores y desamores.

Una vez sentadas una de ellas le dijo a su compañera: te leeré lo que me escribió (reflexiono: "curioso, aún se escriben cartas de amor, calla, que no, que fue por whatsApp o mail"). Y esas líneas escondían la típica carta pidiendo perdón de un supuesto enamorado a su pareja tras haberle fallado en algo.

Que si tal que si cual, la despechada le contaba a su amiga lo malo-malísimo que era su ex y que no sabía que hacer si perdonarle o no. Que ya era la segunda vez  y que si tal y que si cual.

La amiga escuchaba y hablaba poco. Sabia decisión porque más que pedirle consejo la resabiada lo que realmente quería era desahogarse de su congoja y desencanto en asuntos del corazón.

Y me recordó tantas y tantas historias adolescentes que sufrí y que vi como otr@s sufrían.

Y es que los tiempos pasan las cosas evolucionan pero en asuntos del corazón estamos anclados en  los mismos problemas generación tras generación.

Es eso de que tropezamos siempre con la misma piedra y es a base de hostias, y de tiempo que maduramos y aprendemos de nuestros errores.

Y esa inquieta moza en el fondo no quería consejo, simplemente quería que alguien le dijera lo que realmente quería oír: que le diera otra oportunidad al mozo en cuestión; y buscaba y buscaba amigas (no en vano había comentado que ya había hablado de ello con más de una persona) hasta una de ellas le dijera que debía darle otra oportunidad al pérfido chico. Y así tener el respaldo moral que necesitaba para no sentirse culpable, o tan culpable la próxima vez que le volviera a pasar lo mismo. Y escuchado lo que escuché era sólo una cuestión de tiempo que ello sucediera de nuevo.

Lo dicho, que lo que antes eran cartas de amor ahora son fríos whatsApp adivino que llenos de abreviaturas y más fríos que las sentidas letras de antaño, primero incluso poemas, luego ya prosa más o menos trabajada. Pero los que no hemos cambiado somos las personas que seguimos siendo tan tontas/tan listas como siempre.

Y por muchos años.






19 comentarios:

  1. La vida sigue igual... pero yo creo que ahora los adolescentes lo empiezan todo (y lo viven todo) muho antes que generaciones anteriores. No sé, es la sensación que me da, que se pierden etapas intermedias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Speedygirl: y es curioso las ganas que tienen los niños de ahora (las mismas que teníamos nosotros) de abandonar la niñez. Quizás nosotros fuimos más despacio, pero no por gusto si no por las circunstancias de entonces.

      Eliminar
  2. Bueno, son los mismos problemas pero lo viven de distinta forma... es cierto que la adolescencia de hoy en día parece que vive todo antes, pero precisamente por la inmediatez con la que consiguen información y la facilidad que hay para llevar las cosas a cabo; pero luego cogido de poco en poco las cosas son iguales. Hay adolescentes que bien y otros que no tan bien. Todo depende de como se informen, con quien y como se junten de sus circunstancias,.......
    Al final todos cojeamos del mismo lado.... y con el amor, el sentimiento mas idolatrado, más cojos estamos... da igual la edad y el medio que usemos para comunicarnos....
    Un besico Sesè!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. suguspiña, supongo que también todo esto forma un poco parte de las famosas mochilas de que tanto hablas. Lo que pretendía más que abordar las diferencias de cada época es incidir en que en el fondo es lo mismo, que los problemas siguen siendo los mismmo, quizás vestidos con diferente traje pero los mismos al fin y al cabo.

      Besos

      Eliminar
  3. Creo, de todos modos, que la generación de mi madre tenía mucha más dignidad que la mia y la nuestra más principios que la actual, aunque solo fuera por "el que dirán" no se perdonaba ni la mitad de lo imperdonable de hoy en día.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. pseudosocióloga: pues no sé que decirte, casi que no veo tantas diferencias, la esencia es la misma, quizás varían los matices.

      Eliminar
  4. CreratiBea: pero quizá esta inmediatez hace que se pierda la magia de la propia comunicación en sí, y más en temas de enamoramientos y demás

    ResponderEliminar
  5. Yo, como CreatiBea, tampoco veo mucha diferencia entre las formas de comunicación de antes y de ahora. Fui de las que escribí largas cartas en papel a mis amigos lejanos y con mi primer novio me carteé dos veces por semana durante un año entero... Esperar al cartero era peor que esperar un mail, te lo aseguro :P Quedábamos a una hora concreta para hablar por el teléfono fijo, con toda la familia escuchando tu conversación y con nuestros padres pasando cada 15 minutos al lado señalándonos el reloj con cara de mosqueo. Era algo mucho más incómodo y menos íntimo que hacerlo ahora por móvil en cualquier momento y lugar, sin duda.

    Eso sí, por lo que veo cambia el sistema pero los problemas siguen siendo los mismos. Con aquella edad yo posiblemente perdonaría (y lo hice) mucho más de lo que estoy dispuesta a perdonar o soportar ahora. No sé si es por los años o las experiencias vividas, pero creo que ya nos percatamos antes de que alguien que repite por sistema algo que nos molesta o daña y nos pide que le perdonemos constantemente no nos está demostrando precisamente mucho cariño. Pero vamos, que la adolescencia y juventud está para eso, para tropezar muchas veces en la misma piedra, y además intensamente y que parezca que mola :D

    saluditos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lillu: quiza esa dependencia del tiempo a la hora de las comunicaciones antes hacían que también valoráramos más cada una de ellas, que de midieran las palabras para expresar exactamente lo que se quería decir... Evidentemente mucho mejor ahora, pero antes era todo máás entrañable.

      Y los problemas se repiten y te das cuenta que los consejos que se pueden dar son casi inútiles y es que en el amor muchas veces sólo se aprende a base de tropezar mil veces en la misma piedra (y algunos no eso)


      Saludos

      Eliminar
  6. Soy en gran parte de tu opinión Sese, viví esas cartas llenas de bellas palabras muy meditadas y sentidas. Ese contar minutos y segundos para recibir la llamada, esa en la que la mitad de las palabras eran en clave, para que tus padres (muy cerca) no se enteraran (que ingenuos nosotros) Y ahora es todo tan inmediato, tan fácil y al alcance de todos...ay si en mis tiempos hubiesen existido los moviles, cuánto se habría ahorrado el por aquel entonces mi chico en cabinas y kilómetros buscando una libre ;)
    Me quedo con aquello, quizá porque fue lo que me tocó vivir, quizá porque al hacernos mayores añoramos determinadas cosas que se sienten por primera vez...y menudo rollo he soltado (Sorry ;)
    SALUDos Sese

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sieslo: en realidad al hablar de cartas en el post no me refería a la lejanía de ciertas relaciones si no como un método común en las comunicaciones amatorias, y especialmente en el tema de pedir perdón y demás, sea como fuere sí que me parece que tal correspondencia sí que cuidaba más las formas que los actuales mails y demás. y lo bueno de estas miradas hacia atrás es que, al menos yo, tendemos a quedarnos con lo bueno, lo bonito, no?

      Saludos cordiales, Sieslo

      Eliminar
  7. Hola Sese!
    Yo creo que las historias siguen siendo más o menos las mismas. Lo típico de aguantar y perdonar cuando uno es muy joven... con el tiempo todos maduramos... los que perdonan ya no lo hacen... y los que había que perdonar también sientan algo de cabeza... o eso quiero creer jeje también habrá quien no cambie nunca....

    Sobre las cartas... me pilla algo lejos. Me carteé con una amiga cuando era pequeña porque se cambió de cole, y aun las guardo!. Es bonito... pero creo que internet no cambia eso... he recibido whatsap muuuy bonitos :-) y no los valoro menos.

    Un besazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. L87: es que con el tiempo ijamos esas aristas de nuestro caracter, seguimos siendo los mismos pero la experiencia erosiona esas puintas que tanto daño nos han hecho redondeándolas para que sobrevivamos con nuestra mismidad. Y cierto, hay whatsApp muy bonitos pero en general se tiende a escribir más impulsivamente queriendo transmitir cuanto antes lo que sentimos sin preocuparnos tanto de las formas, no?

      Besos

      Eliminar
  8. Por wassap (me gusta escribirlo así) se podrían decir las mismas cosas que se decían en las cartas, pero dudo mucho que los mensajes de amor de hoy se tomen la molestia de escribir de la misma forma. Con el wassap es todo inmediatez y pocas palabras y encima medio mutiladas. El mensaje llegará de igual forma,claro, pero...
    En cualquier caso, qué razón tienes con que hay cosas que nunca cambian

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JuanRa Diablo: es de las cosas que no me adapto eso de acortar las letras poner k en vez de q, x en vez de "por" no me acaba de seducir, a duras penas entiendo los emoticonos ;). Y es raro porque gustándome los jeroglíficos...

      Eliminar
  9. Es que la pasión del amor es ciega y tonta. Alguien que está verdaderamente enamorado es más fácil que perdone. En estos temas, como bien dices, Sese, las cosas siguen siendo en esencia parecidas a décadas, incluso siglos anteriores, lo único que cambia es el formato, el estilo, que le da sostén a esa pasión, las formas. Ahora hay e mail y whatsApp, antes era más bien cartas de amor, poemas incluidos, o largas conversaciones por teléfono.
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Javier Simpson, ya pero es como (y nadie mejor que a ti para explicarte el símil) el cine, ahora se pueden hacer maravillas con los ordenadores, las tres dimensiones, efectos especiales, pero da la sensación que no se llega al nivel del cine clásico, del blanco y negro, de currarse un guión y cada una de las frases de un diálogo...

      Saludos

      Eliminar
  10. Bueno, yo he recibido mis mejores cartas de amor por vía de mensaje de texto, y aunque fueran letritas en una pantalla, te aseguro que de frías no tenían nada. Son diferentes medios, nada más, el tema es la emoción que se ponga en el mensaje.
    Y no hay caso, en el fondo, la gente es toda igual y va a seguir siéndolo.

    Un saludo grande

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ana Laura: cierto, acaso la culpa de esa pérdida de emotividad en las comunicaciones amorosas sea más culpa del sujeto que del objeto, aunque éste algo de responsabilidad tendrá, no?

      Un abrazo

      Eliminar

Diu la teva

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails