El Interiorista

Hoy me he levantado reivindicativo, y desde este humilde pulpito, quiero elevar una queja a la más alta instancia. De todos los que me conocen físicamente es sabido, que me acompañan algunos kilos de más. Es cierto, no puedo negarlo. Mi caso es como el de tantos otros que sin solución de continuidad, ven como al ir sumando años, la talla del pantalón aumenta hasta la angustiosa situación de comprobar que si este nivel de crecimiento progresivo continúa su camino, uno se encamina al pozo ignominioso de las tallas grandes. Habéis pensado alguna vez la maldad que destila el rotulista de El Corte Inglés !?. Este caballerete no tiene otra ocurrencia que marcar con un letrero más grande que el de los demás "stands", la zona de "Tallas Grandes" ... es que acaso acarrear unos kilos de más, es sinónimo de ser miope!!. Ya puestos podría rotular claramente... "Aquí los gordos ! pasen, paguen, llevense lo que hay y rapidito que molestan!".

Escudriñando las razones y reconociendo que tal "stock" sobrante, obedece en parte claramente a una falta de voluntad propia, no es menos cierto que existen condicionantes que han sido clave para llegar al estado actual. No amigos no, mi caso va mas allá, mi problema con esos kilos de mas, que un día apadriné complaciente, como se hace con los amigos cuando les ofreces el calor de tu casa, sin caer en la cuenta que se van a convertir en aquellos plastas que ya nunca te sacaras de encima y además tendrán la desfachatez de condicionar tu existencia, responde a una razón muy particular.
Sería fácil derivar el razonamiento hacia argumentos tan manidos como, la ansiedad provocada por un trabajo estresante, la falta de actividad física motivada por la falta de estímulo competitivo al abandonar el deporte de grupo, ..... todo ello zarandajas!!!

El verdadero culpable de que a día de hoy esté pasando la maroma entre la última talla de los "normales" y la aparentemente honrosa primera talla de los "gordos", no es otro que ....

MI INTERIORISTA!!!

Si amigos, allá por 1999 cuando compre mi coqueto piso de Las Corts en Barcelona, un cuarto piso con ascensor, 50 m2, vistas a la calle Berlín, buena comunicación etc... , no tuve mejor idea que asesorarme por un "Interiorista!!".

Este, a parte de cuatro o cinco ideas de interés, no tuvo otra ocurrencia que proponer hacer una sala-comedor-cocina diáfana y de un solo ambiente. La verdad es que estéticamente y funcionalmente he quedado satisfecho, ya que la cocina original era realmente muy pequeña y así unida a la sala se crea un espacio acogedor, hasta aquí correcto nada que objetar.

Pero a amigo! la estética y el confort han hecho pagar un alto precio al que suscribe. No se tuvo en cuenta que aquí el menda es un "zampas" de mucho cuidado, yo creo que si existe un estómago sin fondo lo tengo yo guardado a buen recaudo. Y es que con tal distribución, vayas donde vayas de mi casa, estés donde estés, te pongas como te pongas, una cosa es cierta! ... LA NEVERA es bien visible desde cualquier ángulo y perspectiva. Demasiada tentación para mi glotonería. ¿Que cocino? ... LA NEVERA se manifiesta a mi derecha cada vez que preciso algún utensilio de cocina. ¿Que veo la TV?, LA NEVERA se ofrece solicita a solo un pequeño esfuerzo por levantarse del mullido sofá. ¿Que me desvelo por la noche y siento el apretón que obliga a levantarse y dirigirse al baño? LA NEVERA me seduce con sus lucecitas verdes en su parte superior y me obliga irremediablemente a pecar sucumbiendo ante las mil maravillas que guarda en su interior. Sencillamente si estoy en casa LA NEVERA es la pieza central de mi existencia, la piedra angular donde convergen todos los caminos, ella es la manzana, en el Jardín de Edén.

Solamente dispongo de un lugar donde guarecerme de ese influjo dominante, es mi camposanto particular, y no es otro, que el baño ... 3 m2 que me protegen de la tentación, ahí... estoy a salvo.

Ante tal situación y analizadas las consecuencias ... 4 tallas de pantalón en 9 años son la prueba irrefutable, desde aquí reclamo justicia!!.
Voy a dirigirme al Juzgado de Guardia mas cercano, para interponer una demanda contra este señor, el llamado "Interiorista"!. Los hechos son claros, se trata de una negligencia flagrante en el desempeño de una labor y ello acarrea una Responsabilidad Civil Profesional. No solo voy ha reclamar el daño moral que supone verse abocado a la perdida de una figura atractiva, e incluso el factor de riesgo que mi actual estado puede acarrear al aquí demandante, en cuanto a posibles enfermedades cardiovasculares, sino que también voy ha reclamar un resarcimiento económico. Son tiempos de crisis y ya no es soportable el coste que supone verse obligado a renovar anualmente el vestuario tanto personal como profesional.

¿Por qué tuviste que derribar ese maravilloso muro que protegía a este débil pecador, de las insinuantes formas de esa NEVERA seductora?!!!

¡Si ese muro estaba allí... era por algo! ... digo yo!

No lo olvidéis, recordad siempre mi triste experiencia, las cocinas siempre debéis tener cerradas y apartadas de cualquier otra estancia de la casa ... son peligrosas y están en todos los hogares.