Se fue el Chavo del Ocho

Creo que sería la década de los '90 que a televisión española le dio por programar el Chavo del Ocho por sus canales.

Uno en esa época no era ya infante pero aun así quedó prendado por las peripecias de la vecindad del Chavo, y es que, inconscientemente primero y sabedor de ello después, lo hacía como ejercicio nostálgico (one more time). Y es que veía en este programa el paralelo del otro lado del charco de lo que aquí fueron los Payasos de la Tele.

Y adivinaba mi alter ego hispanoamericano en la época de emisión del programa pegado a la tele repitiendo las coletillas de los simpáticos personajes de la vecindad del Chavo  ("fue sin querer queriendo") de igual modo que el Sese infantil gritaba a la pantalla "Bieeeeeeeen!!!!!!" cada vez que Gaby, Fofó, Miliki o Fofito le preguntaban a sus niños eso de "¿Cómo están ustedes?".

Evoco entonces  la muerte de Fofó, que fue el primer contacto de Sese con la evidencia que la vida tiene su fin (ya escribí al respecto).

Los niños de entonces, tanto los televidentes del Chavo como los de los Payasos de la Tele, son, somos ya tipos talluditos, y hemos visto envejecer y morir a esos héroes televisivos de nuestra infancia.

Miliki nos dejó hace poco, esos niños ya eran treintañeros o incluso cuarentones. Y vivimos tal deceso, de un modo distinto a cuando nos dejó Fofó.

El pasado 28 de noviembre también nos dejaba Roberto Gómez Bolaño, o Chespirito, o lo que es lo mismo, El Chavo del Ocho. Y adivino a mis coetáneos hispanoamericanos sintiendo la misma tristeza serena, que sentimos aquí al conocer la muerte de Miliki.

La vida pasa y el tiempo, que nos hacía crecer antaño, ahora nos empieza a castigar con achaques y sobre todo privándonos de nuestros mayores.

Y  uno de ellos es El Chavo del Ocho.

Desde aquí mi homenaje y reconocimiento a Chespirito, a Miliki, a Fofó,.. en definitiva a todos aquellos que nos hicieron disfrutar de una infancia más feliz.