Un deporte de los Indios Americanos

El aclamado "indiólogo" Josep Bartolí, asiduo colaborador en Embolica que fa blog, nos vuelve a ofrecer un interesante artículo (moltes gràcies)


Nos referimos al lacrosse, el más conocido de los juegos indios que se jugaba de diferentes formas en casi todas las tribus. Debe su nombre a la palabra crosse, debido a su forma del palo o raqueta usado por los jugadores y que los primeros colonizadores franceses creyeron parecido a un báculo de un obispo. Es el juego más rápido y el más antiguo de todos los juegos tribales.

Aunque era conocido por muchos pueblos indígenas, este juego con raqueta se jugaba con fanático entusiasmo en la región suroeste de Estados Unidos, lugar donde habitaban las tribus cherokee, chickasaw, choctaw y creek entre otras.

Según se jugaba en el suroeste era tan violento que se conocía como el hermano pequeño de la guerra o pequeña guerra, debido a que dicho juego ofrecía magníficas enseñanzas guerreras. Desarrollaba la costumbre de jugar en equipo y proporcionaba práctica en la carrera rápida y en protegerse de los golpes del adversario.

El juego era muy rudo y violento aún sin llegar a la pelea. Sin embargo tanto los jugadores como los espectadores dejaban las armas a cierta distancia cuando iban a jugar o presenciar el juego. Los equipos se componían entre diez y cien jugadores y a veces más. Cada jugador llevaba dos raquetas con rejilla para capturar y lanzar la pelota, estaba hecha de madera o de nervio enrollado forrada de piel de ciervo y que había que introducir entre los dos palos de la portería contraria.

El juego se desarrollaba en un campo que tenía desde ciento cincuenta metros a un kilómetro y medio de longitud. A cada extremo había una portería que generalmente consistía en dos postes separados uno de otro por una distancia semejante al ancho de las porterías del hockey.

El jugador hábil conocía el modo de utilizar el palo, de correr rápidamente, de pasar aun compañero cuando le rodeaban los contrarios o detener a un jugador del otro bando que estuviese en posesión de la pelota, y evitar al equipo contrario cuando ésta estaba en su poder.

Cuando se quería celebrar un partido importante, los preparativos se empezaban muchos meses antes. Se adiestraba a los equipos casi de un modo tan sistemático como los de los equipos deportivos profesionales actuales. Los baños, el ejercicio y la dieta estaban prescritos por la costumbre, aunque buena parte era regido por las creencias religiosas y las supersticiones.

Como preparación al partido, los jugadores tenían que beber la medicina sagrada y realizar danzas rituales. Las mujeres de su aldea acompañadas del curandero o hechicero invocaban la ayuda del mundo de los espíritus para su equipo mediante danzas y cánticos.

El juego de pelota formaba parte de la ceremonia del fuego de los cherokees que se realizaba cuando acababa el año viejo y comenzaba el nuevo, después de una ceremonia muy complicada en la que tomaban parte los siete clanes, se encendía el fuego sagrado en la casa del consejo, significando la entrada del año nuevo. Entonces se encendían todos los fuegos del poblado con una llama del fuego sagrado, a fin de disfrutar de todas sus propiedades mágicas.

En esta ceremonia se jugaba al juego de pelota. Como hemos dicho era un juego muy rudo. Los jugadores podían hacer casi cualquier cosa para quitar la pelota al contrario. El objetivo era conseguir que una pelota del tamaño de una nuez, entrara entre dos porterías colocadas a igual distancia del centro.

El juego empezaba cuando un viejo de la tribu arrojaba la pelota al centro del terreno para que los jefes de ambos equipos intentaran llevársela hacia su propia portería. Los palos usados por los jugadores tenían una longitud de más de medio metro, estaban curvados por un extremo en forma de copa para poder levantar la pelota del terreno sin tocarla con las manos . Una vez arrojada la pelota y golpeada por un capitán de un equipo, comenzaba el alocado juego.

Empujones, apretones, pisotones, todo valía con tal de levantar la pelota del suelo. Una vez levantada, el jugador solía metérsela en la boca a fin de tener ambas manos libres para defenderse. En tales casos eran frecuentes los brazos y piernas fracturados , o dientes partidos o rotos. Lo único que no estaba permitido era levantar la pelota del suelo con las manos.

El primer equipo que conseguía veinte puntos era el vencedor y se quedaba con todas las apuestas hechas antes del inicio del partido. Los partidos de desafío entre aldeas o tribus atraían a veces a un millar de hinchas rivales.

Actualmente, las reglas del lacrosse tienen muchos puntos de contacto con el fútbol americano y el hockey. El palo que se usa está basado en la tradición iroquesa, pero resulta tan distinto que los primitivos jugadores indios apenas lo reconocerían. Las reglas actuales, lógicamente, han hecho de él un juego menos peligroso.

Para quien esté interesado en el lacrosse actual, con sus reglas y variantes puede consultar con provecho la entrada correspondiente en la wikipedia.

Josep Bartolí Reyes

Un video del lacroose moderno: