La Noche de los tiempos de Antonio Muñoz Molina está a la altura de los grandes títulos de este autor, sino los supera. 958 páginas muestran una brillante prosa que describe con precisión la personalidad del protagonista, sus sentimientos y el complejo contexto social en el que se enmarca la historia.
Ignacio Abel, arquitecto madrileño de unos 50 años, en un tren en Nueva York evoca los acontecimientos que le han llevado a ese vagón, cómo un Madrid en conflicto (Guerra Civil) y la búsqueda de su amada han dictado su destino tan lejos de su país.
Es una novela de amor pero también histórica. Muñoz Molina es capaz de mostrarnos las entrañas del protagonista con precisión quirúrgica a la vez que describe los sucesos del Madrid de 1936, la ruptura social y el odio salpican esta pintura donde el autor es capaz de dibujar la tensión social y una ciudad emulando al gran Benito Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales o en sus múltiples novelas que describían el Madrid de su época. Son varias las menciones en la obra al genial escritor canario.
Consigue una visión neutral (hay quien dice de la "tercera España") de los acontecimientos de la época a través del protagonista, Ignacio, que si bien comprometido con los republicanos es capaz de renegar de ellos a la vez que muestra las atrocidades de los falangistas, tan condenables como las de los de su lado. Su única obsesión, su amor por Judith, y su racionalismo y practicidad le libran de un posicionamiento que no interesa en el relato. El cuñado fascista da ese equilibrio que creo que se intenta plasmar rehuyendo de las etiquetas de buenos y malos a la hora de relatar los acontecimientos. Personajes de ficción se entremezclan con otros históricos tales como Azaña, Negrín, José Moreno, Machado, Alberti,…
Una prosa que huye de los diálogos para concentrarse en la descripción psicológica de Ignacio hilvanada en múltiples ocasiones ya sea por las cartas que su mujer le ha enviado y que relee en su largo viaje, ya sea por las fotos de Ignacio en manos de Adela (su mujer) consiguen mantener en todo momento el interés de un lector que sin duda devorará con avidez página tras página de esta excelsa obra.
Ficha técnica:
Título: La noche de los tiempos
Autor: Antonio Muñoz Molina
Editor: Seix barral
Fecha de publicación: 19/11/2009
Pd.: si tenéis pensado comprar el libro os aconsejo que comprobéis la paginación del ejemplar, tuve la mala suerte de adquirir un volumen defectuoso donde habían dos capítulos 36, faltaba el 35, fragmentos que se repetían 20 páginas después,… (casi acabo loco). Los errores se dan a partir de la página 895, suerte que me cambiaron el libro aunque tuve que releerlo desde tal momento para retomar el hilo correcto.
No leo la reseña completa porque lo estoy leyendo. Me queda poco, pero ahora con los exámenes voy más lenta (y me fastidia, porque me está gustando muchísimo).
ResponderEliminarCreo que nunca había leído nada parecido, pero volveré para opinar cuando lo haya terminado.
Saludos!
Isi, la reseña no explica prácticamente nada del argumento, en cualquier caso espero tus sensaciones que ya me dices que son buenas.
ResponderEliminarSaludos
No te leo porque me apetece leer el libro pronto. Muñoz Molina suele convencerme :)
ResponderEliminarsaluditos!
Lillu, te digo lo mismo que a Isi: el post no revela nada del argumento (y la p.d. es importante), en cualquier caso te animo a que leas La noche de los tiempos, es de lo mejorcito que he leído últimamente.
ResponderEliminarSaludos
Yo me quedé con la sensación de querer seguir leyendo, releyendo una y otra vez las frases finales, para invocar, como por arte de magia, una continuación a esa historia. De lo mejor que se ha publicado en España en los últimos tiempos.
ResponderEliminarDaeddalus: es de lo mejorcito que he leído últimamente, por una parte tenía ganas de acabar y por otra deseaba lo contrario para poder seguir disfrutando de su lectura.
ResponderEliminarGracias por la visita
Me lo apunto...
ResponderEliminarSand, espero que si lo lees, no te decepcione esta recomendación, seguro que te gustará
ResponderEliminarSaludos
Lo tengo mirándome en la estantería. Me encanta ver en mi casa ¡aún pendiente! algo así de gordo de Muñoz Molina de lo que todo el mundo habla bien.
ResponderEliminarSalud!
No surrender, seguramente no se escapará de la estantería, pero por si acaso yo lo abordaría cuanto antes mejor.
ResponderEliminarUn saludo
Bueno, ya lo terminé y vuelvo por aquí. Escribiré hoy o mañana mi reseña.
ResponderEliminarMe ha enganchado desde el principio, aunque a partir del comienzo de la guerra, se me hizo un poco cuesta arriba (seré morbosa, que lo que más me gustó fue la relación con Judith), para luego volver a engancharme creo que justo en el momento en que va en la furgoneta a por los cuadros y de repente el frente de la guerra está delante de sus narices, y no donde los periódicos dicen que está...
Ví una entrevisa al autor y dice que no podemos juzgar a los que "se fueron" en lugar de elegir bando, porque es imposible decir lo que hubiéramos hecho nosotros en su lugar: no lo hemos vivido (y esperemos no vivirlo, claro).
Bueno, y el final tan abierto no sé. ¿qué crees que será de ellos? ¿Volverá Judith? ¿habrá muerto la familia de Ignacio? ¿Verá alguna otra vez a sus hijos, únicos familiares por los que siente algún cariño?
A mí Adela me dio mucha pena; Ignacio podía haber tenido el valor de terminar con su matrimonio mucho antes, ¿verdad? Yo creo que ella le quería de verdad.
Isis: pues no se me hizo pesado en ningún momento, pero cuando pasa esto a veces es más culpa nuestra que de la novela. En cuanto a Adela causa una pena que no va acompañada por una culpabilidad de la situación por parte de (y hacia) Ignacio Abel, son cosas que pasan (en ningún momento pensé "qué tio más cabrón este Ignacio"), casi lo mismo que con los hijos que Abel no siente el amor requerido, pero ese sentimiento le permite y justifica la huída en pos de Judith.
ResponderEliminarY a medida que se acercaba el final pensaba "¿cómo me gustaría que acabara la historia?" y me ví deseando el final que encontramos.
Espero tu reseña para seguir comentando.
Un saludo
Bueno, confieso que el comienzo de la guerra coincidión con mi comienzo de los exámenes... Ahí lo dejo.
ResponderEliminarMe sorprendió que Judith se sintiera más culpable que Ignacio por lo de Adela, de verdad. Y no entiendo cómo una persona no puede querer a sus hijos (y eso que yo no los tento); lo de su mujer puede pasarle a cualquiera, creo yo, ¿pero los hijos?
También quería que acabaran encontrándose, pero me dejó preguntándome, ¿y ahora qué???? como ella se marcha... pienso ¿se volverá a encontrar con Miguel y con Lita? ¿le pasará algo a Judith? ¿volverá Ignacio alguna vez a España? en fin... soy un mar de dudas ;)
Es posible que la clave para entender el gran amor que siente hacia Judith sea el desafecto hacia su mujer e hijos, que son muestra palpable, para él, de la imposibilidad de estar con Judith. Ve a su familia como un obstáculo a su felicidad y por tanto incapaz de apreciarlos, aunque esta incapacidad nazca del subconsciente de Ignacio No sé, son suposiciones. Y la continuación del final me la imagino con una nueva separación, una nueva búsqueda, que es un poco la constante de la historia.
ResponderEliminarSaludos
Vale,lo he pedido ya y menos mal que he leído tu posdata...Lo siento,pero he dejado de leer vuestros comentarios jijijiji en cuanto Isi se terminó la novela cerré los ojos para no leeros jijijiji
ResponderEliminarYa te contaré...había visto muy buenas críticas y leer tu post me animó del todo.
Achuchones!
India: me tuvieron que cambiar el libro, con lo cual tengo un ejemplar que podría regalar de lo nuevo que está (no hay mal que por bien no venga). En cuanto a su lectura, seguro que te gustará, ya me lo contarás.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo que más me ha gustado es la forma cómo nos muestra a Madrid en vísperas de la guerra civil. Se supone que la vemos a través de la mirada de Ignacio Abel, un hombre republicano, socialista y de la UGT y, sin embargo, crítico y lúcido ante el enorme disparate de la gestión pública, los desmanes de los milicianos, la atomización de la autoridad, el desprestigio internacional ganado a golpe de quemas de conventos y paseíllos indiscriminados. Y el horror que tanto atropello provoca en el ánimo de un ciudadano normal. Estas reflexiones me han gustado mucho.
ResponderEliminarAcabo de ver esto por aquí y me lo apunto, Sese. Creo que le estoy cogiendo el gusto a Muñoz Molina. Un abrazo.
ResponderEliminarhécuba: pues si le vas cogiendo el gusto a Muñoz Molina, éste te lo has de leer sí o sí
ResponderEliminarUn abrazo