Recordando a Fofó

El 22 de junio de 1976 moría Alfonso Aragón Bermúdez. Hablo de Fofó, el payaso que nos hizo reír a toda una generación de niños por aquel entonces y cuarentones (o casi) ahora. No, no es la efemérides pero hoy, y no es la primera vez, me he acordado de él.

Nos sentábamos cada tarde (o no era cada tarde) frente a la tele en blanco y negro para visionar las vicisitudes de los Payasos de la tele (de esa televisión una, grande y no libre). Empezaba el programa con el entrañable "¿cómo están ustedes?" con el que cada payaso nos instaba a responder "bieeeen" cada vez más fuerte. Unas tonterías que nos hacían desternillar de risa y la aventura con el incunable señor Chinarro. Y para finalizar una canción donde los niños en el estudio disfrutaban y participaban activamente de la misma. Teníamos una infancia feliz y las preocupaciones eran el cole y nuestra válvula de escape era esa vieja televisión Marconi en blanco y negro que nos regalaba a través de Gaby, Fofó, Miliki, y Fofito (Milikito más tarde) unos instantes de dicha y alegría.

Siempre quise ser uno de esos niños que estaban en el plató cantando “el auto de papá”, “Susanita tiene un ratón”, “la gallina turuleta “(para mí siempre turuleta y no Turuleca), “hola don Pepito” y tantas otras canciones que adornaron nuestra infancia. Estoy seguro que todos esos niños (cualquiera de ellos podía ser yo) eran en esos instantes los más felices del mundo, y vivían una experiencia que hoy la recuerdan con agrado y nostalgia.

Evoco el día de la muerte de Fofó como uno de los primeros instantes tristes de mi vida. Tristeza que los propios payasos disiparon, eran sus hermanos (y su hijo) en el primer programa sin Fofó. No, no había muerto, se había ido al cielo para hacer reír a los niños que allí estaban. Eso con una sonrisa que hoy me pone la carne de gallina dada la rapidez con que se consumaron los hechos.

Supongo que esos niños de entonces, todos sin excepción, agradecen, agradecemos, a Los Payasos de la tele esos momentos que hoy recordamos con un cariño especial, porque las huellas de la infancia nunca se borran y marcan carácter para toda la vida.

Escribo este artículo mientras escucho el poupurri de canciones que os he colgado; alguna lagrimilla (debo tener algo en el ojo) se me escapa rememorando esos momentos en los que Fofó canta todas esas míticas canciones incluyendo el “feliz, feliz en tu día” a ese niño que no pudo tener mejor regalo en tan señalado día.

Recuerdo cierto día de Reyes que corríamos a buscar los regalos que el bueno de Baltasar nos había obsequiado. Ávidos e impacientes nos apresuramos al comedor pero oh, decepción!. No había nada, desesperados acudimos a los padres en busca de ayuda y éstos nos aconsejaron que siguiéramos buscando no fuera a ser que los Reyes Magos se hubieran equivocado y hubieran dejado los regalos en… la cocina, por ejemplo. Así fue. Entre los regalos estaba el disco sencillo de Los Payasos de la Tele. Es curioso pero ése es el único regalo que recuerdo de aquel día (y el comediscos con el que repetidamente escuché cantar a Fofó el “Hola don Pepito” y el “Había una vez un circo”).

Buscando en internet he encontrado el vídeo de la serie “Cuéntame” que evoca la muerte de Fofó y he rememorado ese mágico momento como si fuera uno de esos niños. Os dejo el enlace donde podréis ver el momento de la serie en el que los niños ven por televisión como Los Payasos de la tele anuncian que Fofó ya no volverá más.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/cuentame-como-paso/cuentame-muerte-fofo-cuentame/282125/

Como dijo su hermano Gabriel Aragón Bermúdez, Gaby: "Fofó no ha muerto, ha muerto Alfonso Aragón". Y es que nadie muere del todo si mantenemos la llama de su recuerdo en la memoria.