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O como sobreviví un año más a la Festa Major de La Llacuna 2012
Y es que parece que estamos en esa edad en el que todo es
como una interminable llanura a través de la que andamos y andamos y nunca
avanzamos lo suficiente para llegar a cruzarla.
Bailes, cercaviles, correfocs, fútbol, han sido actividades
que han amenizado estos días y que han hecho que pasen en un plis casi sin
darnos cuenta, salvo por las secuelas físicas que los excesos (ahora ya
excesitos) nocturnos han dejado en mi cuerpo serrano mortadela (este año ya sin
olivas).
Y es que me siento como aquel corredor de fondo que ha
acabado una maratón en los puestos más modestos de la competición, lejos de los
que luchan por medallas y ni siquiera ya motivado por superar marcas
personales.
Vamos, que mientras uno se lo pasaba lo mejor que podía
observaba con cierta envidia los mozos quinceañeros que afrontan sus primeras
fiestas con ilusiones vírgenes y dispuestos a darlo todo en muchos casos bajo
la mirada lejana de sus progenitores que comparten barra con nosotros.
Distraigo la mirada a menudo con los veinteañeros que están
en su mejor momento y corren en la primeras posiciones de esta metafórica
maratón, uf qué lejos están, inalcanzanbles, esa cabeza de carrera, son “atletas” superdotados, capaces de aguantar cinco
días casi al sprint: durmiendo apenas nada, viviendo la noche hasta descubrir el
alba, participando en cercaviles, jugando a fútbol y volviendo a vivir la noche
como si nada hubiera pasado, al sprint, al sprint...
Y un servidor a la cola del grupo pero saboreando los
placenteros momentos que me ofrece el paisaje pese a que las secuelas de tanto
festejo van minando la resistencia física…
Lo dicho, un año más hemos completado la maratón con el orgullo de haberla
finalizado, la satisfacción de haberla vivido y ufanos de poder recuperarnos de
las secuelas físicas con todos los alicientes que el verano y las vacaciones
nos ofrece en este inmejorable marco geográfico que es La Llacuna.
Nos vemos, espero que vosotros también estéis disfrutando
estos días ya sea de vacaciones o en el ámbito laboral, que al menos será más
relajado.
* Camiseta solidaria con motivo de la Festa Major 20212, los beneficios de sus ventas irán destinados a la Creu Roja de la comarca del Anoia. Así mismo un porcentaje de la venta de las barras de bebidas también ha sido destinado a la recuperación de los bosques quemados en el Empurdà