Dicen que los fans de Queen lo son y lo son mucho. Mi experiencia personal así me lo indica, lo propio que este vídeo.
Mola el pequeñajo, cómo lo vive, quién sabe si en el futuro será otro Brian May.
Y para mí que la niña "copiloto" le gusta más la Pantoja, no la veo muy entusiasmada, o quizás sólo tiene mal despertar, o ayer se fue de juerga, qué sé yo.
En cualquier caso un tierno documento...
... ver a esta familia cantando Bohemian Rapsody en el coche mientras van al cole, ¿o no?
Y es que me gusta el intercambio de lecturas, que me aconsejen nuevos retos y asesorar a los demás sobre mis gustos y los libros que más me han impactado. Intento saber qué gustos tiene cada uno para dar con la lectura que le acabe gustando. A unos best sellers, a otros lecturas menos ligeras...
Y si eso se hace a partir de prestar libros, pues mucho mejor. Por ahí tengo disperso algún ejemplar que una vez leído he prestado a alguien para que disfrute de las sensaciones placenteras que me han provocado. No me importa, en general, que tarde,semanas o meses, en la lectura, prefiero que lo lea y tarde un tiempo "extra" a que me lo devuelva sin leerlo.
Tanto es así que tengo prestado un ejemplar de una de mis lecturas preferidas. Las Uvas de la Ira. El ejemplar es viejo y de segunda mano, pero cuando hice el préstamo fue bajo la promesa de que no me lo devolviera hasta que lo hubiera leído. Tanto es así que la lectora en cuestión no le "entró" la obra de Steinbeck y yo insistí en alargar el préstamo hasta que se decida a volver a intentarlo
Y compartir los mismos gustos ya es lo más de lo más, y hay confianza con los destinatarios del préstamo, en el fondo que más da que lo tenga yo o lo tenga él/ella, sé que si algún día necesito el ejemplar no tengo más que reclamarlo.
Y a vosotros, ¿os gusta dejar y tomar prestados libros de vuestras amistades?
La lectura de este libro ha supuesto una experiencia nueva para mí, nunca antes he leído algo de alguien a quien conozco. En este caso de la blogosfera. Hablo de Vir, que en sus blogs Diga 33 y Un Mar de Cristal nos había relatado el proceso de gestación de la "criatura", las dificultades para hallar una editorial...
Días atrás os hablé de Lejos del Miedo, Un Mar de Cristal es la continuación, si bien no es imprescindible leer el primero para comprender la historia del segundo.
Nos encontramos ante una historia de vampiros ambientada en la actualidad aunque con múltiples referencias, saltos narrativos a tiempos pretéritos, Revolución Francesa, donde se narra la historia de tres vampiros que pretenden inmortalizar su raza perpetrándose en el tiempo.
Y hasta aquí puedo leer...
Es una historia de caza de vampiros, de la lucha del bien contra el mar, de la vida y la muerte, pero sobretodo es una historia de amor. Este sentimiento se convierte en el motor de la historia sobrepasando incluso los instintos "vampíricos" típicos de este tipo de narraciones trasladándonos a idílicos paisajes, donde se desarrollará el desenlace de la trama, acaso éste sea el mayor logro de la obra.
Virginia sigue siendo una escritora novel que podríamos decir aquello que "evoluciona favorablemente", en esta segunda obra encuentro el argumento mejor hilvanado y un deseo por imbuirnos en la atmósfera de la historia y en la personalidad de los personajes que es de agradecer. Todo ello con un más que aceptable dominio de la herramienta de trabajo, de la palabra, consigue llegar allá donde pretende, explica perfectamente todas las situaciones y sensaciones que emanan de la historia a través de una narrativa fresca que se adivina innata en la escritora.
Y es que Virginia tiene imaginación para crear historias y capacidad para narrarlas con pulcritud, que es lo que debe exigirse a un(a) escritor(a), lo cual es garantía que en futuras obras seguirá "creciendo", sin duda.
Así que os animo a leer Un Mar de Cristal, una novela de apenas 200 páginas que se leen en un tris y que, además, es obra de una amiga bloguera. ¿No son suficientes motivos para darle una oportunidad a Un Mar de Cristal?, yo creo que sí.
Podéis adquirir un ejemplar a través del siguiente enlace:
Imposible plasmar en palabras todo el amasijo de pensamientos,
sensaciones, emociones, sentimientos, que anidan en mis entrañas, en mi
cerebro, en mi corazón, en mi estómago….
De las cosas no importantes de la vida un concierto de Bruce
es de las más importantes que puedo vivir.
Y con este ánimo me dispuse a vivir lo que prometían ser dos
noches inolvidables. Me encanta el ambiente preconcierto, el quedar con la
peña, buscar un bareto, echar unas
birras, comentar la jugada…más de veinte amigotes de diferentes edades, de distintas
inquietudes nos unimos para volver a
vivir el ritual springstiniano.
Subir a la montaña mágica, al Estadi Olímpic también es una
de esas cosas que te gusta repetir, una marabunta de gente ataviada con
camisetas para la ocasión, AUNQUE NINGUNA MÁS AUTÉNTICA QUE LA MÍA (gracias de
nuevo, India). Y llegar a los aledaños del recinto y tener la primera decepción:
faltan 45 minutos y la cola de acceso a la zona de pista es quilométrica (y no
creo exagerar mucho). Un solo acceso con seis personas que pretenden “despachar”
20.000 borregos (que eso deben creer los organizadores que somos) en un tiempo
insuficiente. Y no me vale la excusa de que les pilló de sorpresa porque en el
Camp Nou en el 2008 ocurrió lo mismo.
Discutimos el tema y concluimos que si nos tratan como
animales no quieran pretender que nos comportemos como personas. Y nos colamos
15 minutos de cola que pudieran haber sido de 90 minutos si hubiéramos sido “legales”.
Y llegamos a la pista y nos acomodamos a unos 25 metros de
escenario que parecen muchos más vista la mucha gente que está mejor situada
que nosotros. Una vez más mucho más cerca de lo que por edad nos corresponde
pero mucho más lejos de lo que nos gustaría.
Pero estamos anchos y relativamente cerca (qué gran invento
eso de limitar el acceso a pista diferenciando localidades de pie y sentado).
Mi opinión es que no vale la pena gastarse más pasta para estar sentado en una
grada que está muy lejos del escenario a causa de la pista de atletismo
(diferente es el caso de estadios de fútbol como el Camp Nou o Bernabeu)
Y con una hora de retraso (a la hora convenida aún hay mucha
peña haciendo cola para entrar) empieza el espectáculo. Y Bruce de nuevo está a
la altura. Cada cual tiene su concierto ideal, los que seguimos a Bruce hace
tiempo tenemos nuestros temas preferidos y otros que ni fu ni fa. En cambio los
que van al concierto del Boss como si fueran al de los Stones, o U2 o Bon Jovi …disfrutan
más con esos temas que los asiduos estamos “cansados de escuchar”
Y Springsteen cuando actúa en grandes estadios es capaz de
contentar a todo el mundo. No conozco aún a nadie que haya salido insatisfecho
de un bolo de Bruce.
Los incondicionales vibramos con temas tales como No
surrender, Youngstown, Prove it all night (especialmente la versión que nos
regaló la banda para esta noche), Murder Incorporated, Johnny 99… Temas como
The river, Thunder Road, Born to run, Badlands… agradaron tanto a veteranos y
noveles (permitidme el símil) y otros como Bobby Jean, Working on the Highway,
Waiting on a Sunny Day… hicieron las delicias de aquellos que vinieron a
disfrutar de la música entendida como espectáculo, con concesiones de cara a la
galería que a mí personlemente no me gustan (hizo subir a cantar a una niña de
diez años) pero que comprendo dentro de la dinámica de un macroconcierto.
Claro que a “los de siempre” nos hubieran gustado una serie
de temas que, no obstante, hubieran dejado frío a la mayoría del aforo.
Y eso debemos entenderlo, asumirlo, todos.
Que cuál fue mejor…. Ni idea, aunque hoy diría que el del
jueves. Fue más salvaje, el frenesí musical de Murder Incorporated, Youngstown,
Johnny 99, You Can Look, She’s the one o Prove it all night acompañado con los
carismáticos The river, Thunder Road o Born to Run, por ejemplo, confieren a la
primera noche una categoría que la segunda noche no tuvo. El viernes fue un concierto más intenso,
impagables Racing in the Street, Night, The Ties that Bind, Downbound Train,
Trapped, Spirit in the night, The E Street Shuffle… Peeeeero si sólo hubiera
ido esa noche no le hubiera perdonado al Boss que me dejara sin MI THUNDER
ROAD.
En fin para gustos colores pero entre muy bien y muy muy
bien hay un matiz tan sutil que casi no vale la pena ni establecer categorías entre
ellos.
Vamos que de nuevo fue un concierto separado por una pausa
de 21 horas. Variaron 10 canciones y el primero fue un pelín más largo
Que acabó con un emotivo Tenth Avenue Freeze-Out que sirvió
para rendir tributo al añorado Clarence Clemons.
Y hasta aquí uno de los post más difíciles que he escrito y
en el que estoy seguro que no he sido capaz de transmitir todo lo que deseaba
pero que ahí está y paso de retocar porque no acabaría nunca.
Otras cositas:
*La camiseta especial,pintada a mano, es una confección exclusiva de India,
ilustra un momento escenográficamente típico de la canción Rosalita en los años
70 que finalizaba con un beso en los morros de Bruce y el desaparecido Clarence
Clemons, en la espalda la frase “Don’t cry because it’s over, smile because it
happened”, epitafio de Big Man.
Muchas gracias India, por tu dedicación y el buen rollo, es
un lujo tenerte como amiga bloguera. Os recomiendo que visitéis su blog India a mano y os animéis a que os pinte una camiseta, de verdad que vale la pena.
*Los guiños a los veteranos con las intros de Prove It All
Night y Badlands (el segundo día) del 78.
*Steve Van Zandt retoma el protagonismo escénico que deja la
ausencia de Clarence Clemons, bien sustituido por su sobrino Jake Clemons y una magnífica sección de viento
* De agradecer la pantalla del fondo del escenario, ya era
hora que Springsteen abandone, en este aspecto, su acostumbrada “sobriedad y
austeridad escénica”.
*Espero que
para los conciertos de San Sebastián o Madrid toque esos temas que “me han
faltado” The Promise, Drive All Night, Incident, It’s Hard to be a Saint, Kitty’s
Back, Cadillac Ranch, Lost in The Flood, Save your Love, Point Blank. Ojalá tengáis esa suerte!!!
Quién sabe, si lo pedís en Embolica igual vuestros deseos se cumplen (en micaso un 66%)
*Agradecimiento eterno, de nuevo (y ya van dos eternidades)
para Alfredo Crespo y el añorado (en Embolica, jeje) Crespín. Cuando regalas
felicidad es difícil pagarla, pero espero que este agradecimiento (y una
montaña de quintos) sea suficiente, jeje.
Si la meteorelogía y otras circunstancias no lo impiden mañana estaremos unos cuantos disfrutando de nuevo del Boss en Barcelona.
Qué tocará, que no tocará, que sorpresas nos deparará la E Street Band...
Muchas incógnitas pero una certeza: y es que será un gran concierto, un momento inolvidable que volverá a tocarme por dentro, se forjará un nuevo recuerdo que no se borrará jamás.
El set list se viene repitiendo, aunque siempre varían al menos cinco canciones. Claro que éste será el tercer concierto en Europa y en Estadios grandes, así que casi prefiero olvidarme de lo que ha tocado y que ser sorprendido.
Lo que parece cierto es que acabará con Tenth Avenue Freeze Out. Un tema que a la vez que cerrar el show servirá como homenaje a Clarence Clemons (también conocido como Big Man) , saxofonista de la banda fallecido hace casi un año (el aniversario coincidirá con el concierto de Madrid).
Será un momento especial evocado en un tema especial. Perteneciente al álbum Born to Run (su mejor trabajo, a mi parecer). Antaño tras el verso
"And the Big Man joined the band"
Clarence hacía sonar su saxofón
Mañana no podrá ser pero tras la estrofa la música cesará y el público aplaudirá a modo de homenaje al añorado Clarence Clemonce. Será un momento especial para todos. Se hará un silencio, la pantalla gigante pasará imágenes de Clarence y Bruce señalará al cielo, su sobrino (hoy saxofonista de la banda) alzará su instrumento al cielo y todos aplaudiremos acordándonos de él.
Y pasarán los segundos, hasta los minutos y la música volverá, y la canción se acabará y será el final del show.
*vídeo grabado en el concierto de Tampa, el joven que aparece que sombrero y gafas es el hijo de Clarence.
Y habrán transcurrido tres horas, y habrán parecido cinco minutos.
Y habremos vuelto a escribir con tinta imborrable otro capítulo en la memoria de nuestra existencia, y volveremos a rememorarlo día tras día esperando volver a sentir, a vivir lo mismo de nuevo, aunque sólo sea una vez más.
O mear jugando, o jugar meando, que el orden de los factores no altera el producto.
Y es que los varones debemos estar agradecidos a la madre naturaleza por habernos dotado de nuestro órgano sexual, que al margen de los usos naturales destinados a él podemos utilizarlo para hacer más agradable la labor ya de por sí grata (sobretodo si te lo estás haciendo encima) de orinar.
Y ciertos locales públicos, quién sabe si para captar clientes ofrecen originales urinarios que amenizan la labor mingitoria de los clientes masculinos ya sea mediante inocentes juegos o con originales urinarios.
Y es que quien más quien menos, siendo niñO, se ha dedicado a dibujar figuritas en la pared a través del chorrito, o chorrazo, que su pilila tenía a bien proyectar fruto de tan antigua necesidad fisiológica, o quien más quien menos, siendo niñO, ha hecho competiciones a ver quién llegaba más lejos o quien duraba más (orinando).
Ha aquí algunos ejemplos:
Urinario guitarra: si me encuentro esto en determinadas discotecas a fe que aprendo a tocar la guitarra y me marco el solo de Sultans of Swings, vuelvo a la pista, y me atiborro de birra para poder librarme del chumba chumba y volver al urinario para marcarme el solo de Prove It All Night, de Springsteen, y cuando se me acabe el repertorio o no me entre más cerveza en el cuerpo simplemente me apalanco el en baño de oyente por si hubiera algún virtuoso que emulara a Jimmy Hendrich, por ejemplo.
Lo mismo pero sección viento y de mentirijillas porque hay que ser muy zonzo para creer que tras mear en tal recipiente pueda salir música. Claro que igual hay algún inconsciente que se empeñe en producir música y arrime la chorra a la boquilla de alguna tuba, que supongo que que ya no se reutilizarán para su misión original de producir sones armónicos (más que nada porque adivino que el orín corroerá el metal y quedaría feo, ¿no?).
El colmo de la extravagancia, que hace buena la frase de "ya no saben qué inventar". Aunque en este caso no es propiamente un urinario, sí que forma parte de la rutina (que no todos siguen) de ir al baño a evacuar. Lo malo es que supongo que no estará enchufado, más que nada por los calambrazos y por que más que asearte te salpicarías si la música estuviera muy alta y el altavoz retumbara (quién sabe si algún día se adapte también como urinario, por si acaso voy a registrar el invento, jaja)
Ideal para locales con poco presupuesto. Y no por modesto es menos divertido, sobretodo para los amantes del balompié. Y es que los que algún día jugamos a chapas en el cole o con cromos en el comedor de casa seguro que estamos ávidos de probar este artilugio que nada tiene que envidiar a la wii o la mejor consola de videojuegos. Al menos no nos hemos de preocupar de si perdemos el mando, jajaja (perdón por el chiste soez).
Eso sí en este modelo falta la pelotita, que sin ella no hay partido de fútbol posible.
Continuará.
O no, que con estos temas uno nunca sabe si ha traspasado la fina línea que separa el humor de lo soez.
Como no es época de carta a los Reyes Magos y la semana que viene podremos disfrutar del concierto de Bruce Springsteen sirva la presente entrada para desear/pedir fervientemente que esta canción suene en el Estadi Olímpic la semana que viene:
Por favor, pro favor, por favor, por favor,por favor!!!!!!!
Y por pedir que no quede, y ésta....
Y si además sonara The Promise la noche sería perfecta casi perfecta.
Y la definición de los mismos queda ahí porque no respondo de ellos si alguna vez el destino nos cruza.
Vamos, que tienen su gracia pero en ningún caso si el despertado soy yo. Si alguien tuviera o tuviese la mala idea de regalarme alguno de ellos que sepa que me durarían una mañana. Que de un zapatillazo me los cargo, mejor de un martillazo, que seguro que no fallo.
Que sí, que están muy bien las bromas, las ocurrencias originales. Pero en este caso la cosa no va conmigo. Bastante manía le tengo al despertador para que encima se cachondee de mí.
Imposible para mí. Bastante acarajotado me despierto cuando oigo el sonido infernal del despertador como para encima coger una pistolita y hacer diana las veces necesarias. Uy, ¡¡¡¡que divertido!!!!, si soy incapaz de parar un despertador convencional a la primera ni que decir tiene que es imposible que sea capaz de parar este artilugio diseñado por el mismo demonio, no me cabe duda.
Esto no es un despertador, es una venganza de los dioses por haber sido malos. Si sobrevives al posible paro cardíaco de la alarma infernal y tienes la suerte que el volante no aterrice en un ojo debes aún atrapar el artilugio y encajarlo en su nave nodriza para que cese el despertador.
Que sí, que te despiertan pero seguro que empiezas el día de mala leche, o de más mala leche aún.
Lo dicho que el segundo día un buen martillazo y a despertarse con el móvil, que es mucho más considerado con el bello durmiente.
El pasado viernes 20 de abril tuvimos ocasión de acudir a la presentación del libro de Oriol Llopis La Magnitud Del Desastre de 66 rpm edicions en la Antiga Fàbrica Damm, hoy habilitada para actos diversos y conciertillos.
El buen amigo y editor Alfred Crespo tuvo el detalle de invitarnos a tal evento como anticipo de la diada de Sant Jordi que se celebraba el lunes.
Una mesa redonda con el editor Alfred Crespo, Oriol Llopis, autor del libro y crítico musical y los también periodistas musicales Juan Santander e Ignacio Julià debatió sobre diversos temas y contó con la participación del público que allí nos congregamos, entre ellos críticos, músicos, fotógrafos y algún famosete (Calamaro, Morfi Grei, Nando Caballero, Dani Rojo...)
Acto seguido tuvo lugar la venta de los libros de la editorial. Oriol Llopis tuvo el detalle de regalar un disco de su colección a los 20 primeros. Los diversos autores firmaban sus libros a los que tenían a bien adquirir alguno de ellos.
Y todo ello acompañado con un tentempié y barra libre de cerveza como no podía ser de otro modo dado el lugar que acogía el acto.
Buena música, cerveza gratis... a veces los sueños se hacen realidad.
Buena compañía, buena música y birra gratis, qué más se puede pedir....
Y unas fotillos. Las que sacamos nosotros no acabaron de quedar bien (échenle la culpa al zumo de cebada) y un vídeo de Pájaro (el que grabamos no quedo bien, échenle la culpa al zumo de cebada) en Radio Nacional.
1) Presentación de La Magnitud Del Desastre. De izquierda a derecha: Juan Santaner, Alfred Crespo, Oriol Llopis e Ignacio Julià.